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Aprobado para Balic

Toshack utilizó al bosnio en las dos bandas ante el Lausana

Diego Torres

El Madrid dominó con facilidad a un rival blando en un partido que ha ofrecido pocas conclusiones. Se deduce que Helguera -sustituyó a Seedorf, y el hecho tiene fuerza de símbolo- y Geremi tendrán un papel de peso en la próxima temporada. McManaman deberá ganar confianza en sí mismo. Y, sobre todo, Balic dio muestras de que es un jugador útil para Toshack, mitad vigor juvenil, un poco obrero y mitad zurdo estilista. El amistoso tuvo forma de regalo para el Real Madrid. Enfrente les esperaba un equipo que fue penúltimo en el último campeonato de Primera División suiza. El Lausanne fue un conjunto de chicos con recursos escasos que buscaron su oportunidad en los barullos del área madridista, o galopando en el espacio que se abría entre el medio campo y Hierro.

LAUSANA 0 - REAL MADRID 1

Lausana: Zetzmann (Rapo); Iglesias (Ohrel), Zaric (Londono), Christ (Pizzinat), Rehn (Mazzoni); Vieira (Horjak), Mobwete (Hanzi), Karlen (Kuzba), Gomes (Magnin); Minasyan (Celestini), Shahgeldyan (Chow-Yuen). Real Madrid: Illgner; Salgado, Campo, Hierro (Savio, m. 80), Dorado (Jarni, m. 65); McManaman (Geremi, m. 60), Redondo, Seedorf, Balic; Raúl (Julio César, m.82) y Morientes.Gol: 1-0. M.25. Morientes cabecea a la escuadra un servicio de Balic. Árbitro: Philippe Leuba. Unos 3.000 espectadores en el estadio Olímpico de La Pontaise, en Lausana (Suiza).

La placided de la reunión contrastó con episodios de violencia futbolística en el área madridista, represalias de Hierro sobre el osado delantero Kuzba, contragolpes locales y manoplas de Illgner para salvar el invicto de su red. El medio-centro quedó taponado por Redondo, activo como en sus mejores días con Capello y con la ayuda de Seedorf, reprogramado en busca de balones ajenos.

Quizás el centrocampista holandés respondiera a las amenazas veladas de su técnico, John Toshack, de cambiarle por Geremi en caso de que no se discipline en defensa. Seedorf fue uno de los mejores del Madrid, vigoroso y arrogante como siempre, levantando la vista para encarar la puerta contraria y abriendo el campo hacia McManaman o Balic.

No tardó en desdibujarse el Lausanne, y con la pérdida de frescura, antes del descanso, lo sorprendió su patente mediocridad. Entonces Balic, que se internaba en una carrera por el borde izquierdo del área, elevó el balón en un centro perfecto a la frente de Morientes, para que cabeceara el primer gol del Madrid. Fue un premio a la insistencia de Balic, por mostrar su velocidad y su pericia en la combinación de jugadas de ataque, sea con Raúl o Morientes. El bosnio se lució para satisfacción de su valedor Toshack.

La segunda parte desdibujóel plantel madridista y el partido. Entonces el Lausanne cobró algo de vida e inquietó al Madrid.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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