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Madres contra la Droga dejan siete ataúdes en casa del director de cárceles

Las Madres Unidas contra la Droga dejaron ayer tarde siete ataúdes de cartón junto al portal del domicilio de Ángel Yuste, director general de Instituciones Penitenciarias. Le responsabilizan de los malos tratos en las cárceles. En la protesta participó un centenar de personas, las mismas que el martes okuparon la Bolsa, un banco y una ETT, pero sólo las siete madres se acercaron a la casa, protegida por la policía.

La movilización formaba parte de "la semana de lucha contra la exclusión social" organizada por insumisos, okupas, ecologistas, parados y miembros de asociaciones de apoyo a ex toxicómanos y a reclusos como la Coordinadora de Barrios y las Madres contra la Droga. Ayer protestaron contra las condiciones de la vida en las cárceles. El propósito de los manifestantes era pegar carteles en el barrio donde vive Yuste, en los que se le acusaba (sin indicar dónde vive) de "tener los ojos ciegos para no ver las torturas o muertes en la cárcel". Entre los participantes de la movilización había algunos que, en privado, expresaban su desacuerdo con el plan de llevar la protesta a un domicilio particular, algo que estos grupos no han hecho nunca y que tácitamente, por respeto al ámbito familiar, suele evitarse en todas las manifestaciones que transcurren en Madrid.

Juanma Rodríguez, miembro de la Coordinadora de Solidaridad con los Presos, justificaba la decisión: "Están los ánimos muy calientes con este tema y no vamos a hacer nada malo, sólo comunicar al barrio que en la zona vive un responsable, por omisión, de las muertes y maltratos que suceden en la cárcel". "Los que sí sufrimos que la policía venga una y otra vez a nuestras casas somos la gente de barrio que hemos acabado en prisión por problemas de droga", añadió.

Pegada de carteles

Al llegar a la calle donde reside Yuste, la presencia de varias unidades de antidisturbios impidió la pegada de carteles. Los manifestantes, tras dar vueltas por la zona, decidieron que, para evitar incidentes, sólo las manifestantes de Madres contra la Droga se acercarían al domicilio a dejar los ataúdes. Los policías que protegían el edificio dejaron pasar a las mujeres. Éstas depositaron los féretros junto al portal y se marcharon coreando: "En esta calle vive un asesino". Poco después, a las 19.00, todos se replegaron a los viejos cuarteles de Daoiz y Velarde, que han okupado para usarlos estos días como base de operaciones. La movilización había comenzado a las 16.30 con una concentración ante la sede de Instituciones Penitenciarias, en la calle de Alcalá. Allí amontonaron decenas de zapatos, "por los chavales sin medios que han muerto en la cárcel por maltrato, desasistencia médica y enfermedades". El presidente de la Asociación contra la Tortura, Jorge del Cura, denunció un incremento del maltrato en las cárceles. "En 1996 nos llegaron 36 denuncias de presos de todo el Estado; en 1997 fueron 64; en 1998 ascendieron a 100, y en los primeros cuatro meses de este año ya hemos tramitado 40", aseguró. "Las autoridades lo reconocen en privado pero no toman medidas. También Amnistía Internacional recoge este hecho", concluyó.

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