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Maragall augura que la victoria de Clos será el "golpe de gracia" a Pujol

El candidato socialista a la presidencia de la Generalitat, Pasqual Maragall, entró ayer en la campaña de Barcelona para apoyar a su sucesor al frente del Gobierno municipal, Joan Clos. Maragall se situó deliberadamente en segundo plano para no restar protagonismo al alcaldable y centró de nuevo su mensaje en clave de primarias, con la vista puesta en las elecciones autonómicas de otoño. En su opinión, la victoria de Clos será "el mejor golpe de gracia" para desbancar a Jordi Pujol.

Distendido y risueño, Maragall hizo de telonero de Joan Clos en el mitin que los socialistas celebraron ayer en el Eixample, junto a la Sagrada Familia, y echó mano de las encuestas favorables para el PSC -que apuntan la reedición de un gobierno de izquierdas en Barcelona- para afirmar que Jordi Pujol tiene los días contados al frente del Gobierno catalán. "Estamos volviendo al nivel de la ilusión de 1983 [el año de su primera victoria como alcaldable]", aseguró Maragall, quien añadió: "Si en junio vais todos y arrastráis con fuerza como en 1983 tendremos otra victoria, pero esta vez será Barcelona delante y toda Cataluña detrás". El dirigente socialista advirtió, no obstante, de que ante encuestas tan favorables existe el peligro "confiarse demasiado" y pidió a los militantes y simpatizantes un esfuerzo de movilización. A pesar de la petición de cautela, Maragall desgranó un discurso eufórico y explicó que un anciano le había pedido que "haga un golpecito de culo al que ahora está cansado para que salte", en alusión a Pujol. "La victoria en Barcelona será el mejor golpe de gracia que le podemos dar a este señor", aseguró. Por su parte, Clos pidió el apoyo de los ciudadanos para emprender un nuevo salto adelante en Barcelona equivalente, dijo, al que la ciudad experimentó en el siglo XIX, con la extensión de la ciudad y la construcción del Eixample. El alcalde y candidato del PSC consideró que su proyecto se inscribe en la misma línea modernizadora de los "visionarios" del siglo XIX que, como Ildefons Cerdà -que diseñó el Eixample-, transformaron la ciudad. "Decimos lo mismo que escribió Cerdà: ¡queremos una ciudad que dé mejores condiciones de vida a los trabajadores de Barcelona!", exclamó. Maragall llevó por la tarde su campaña de primarias a Cornellà (Baix Llobregat), donde participó en un mitin junto con el alcalde socialista, José Montilla, e insistió en que la doble cita electoral del domingo tiene que ser el trampolín desde el que el PSC se impulse hasta la sede del Gobierno autónomo. "El 13 de junio quiero una Cataluña que prepare la carrerilla final para el asalto pacífico a la Generalitat", señaló. Maragall pidió más apoyo electoral que nunca para Montilla y para los candidatos del PSC en todos los municipios catalanes con el fin de que los sacos llenos de votos constituyan el primer argumento para el cambio en la Generalitat.

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