_
_
_
_
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Avutardas

Con profundo estupor he leído en su periódico del pasado domingo un titular a cuatro columnas en primera plana de la edición de Madrid que dice: "Una colonia de aves protegidas frena la construccion del aeropuerto de Campo Real".Fantástico. Vivo en Ciudad Santo Domingo, urbanización creada en los años sesenta por iniciativa privada y sin interés especulativo. La construyeron personas "que querían vivir aquí", antes de que se construyeran autopistas, ni pistas de aeropuertos y a las que no les importaba que una vez a la semana llegara una camioneta con "pescado fresco".

Los residentes en Santo Domingo, socios propietarios, nos hemos preocupado en dotar a nuestra urbanización de una legislación de hierro: ni especulación, ni comercios -salvo en área restringida- ni construcción de grandes edificios. Desde hace un mes todo esto se ha ido al traste gracias al sobrevuelo ininterrumpido de los aviones procedentes de Barajas que nos obligan a soportar un ruido que antes no teníamos. El perro se mete en casa asustado cada tres minutos. La presión de los ayuntamientos circundantes ha conseguido el desvío de los aviones y endilgarle el problema a "otros". Esos otros somos nosotros. Nuestro Ayuntamiento -Algete, PP- no se ha movido, temeroso tal vez de enfadar a los amos y los responsables del aeropuerto (es un decir); con hedionda, despectiva y dictatorial actitud se han dedicado a desviar los problemas y postergar las soluciones mientras ganan tiempo esperando a que el personal se rinda.

¿Qué vamos a hacer? ¿Soportar estoicamente las injusticias de una fortuna adversa o, armados de valor, oponernos a ella y darle fin con inusitada resistencia? (esto es de Hamlet).

Me temo que la solución pasa por la última propuesta, triste costumbre en este desdichado jardín de las delicias que sigue siendo España, donde se obtienen más ventajas matando que protestando cívicamente. ¿Acaso el ruido no es una forma de contaminación? ¿Acaso 5.000 personas merecen menos atención que una colonia de avutardas? ¿Dónde están las organizaciones ecologistas que consideren al ser humano una especie necesitada de especial protección? ¿Tendremos que organizar caceroladas día y noche frente a la casa del presidente de AENA? ¿Tendremos que dejar cientos de coches aparcados o quemar neumáticos usados en los accesos para bloquear el aeropuerto? ¿Sabotearemos todos los actos del inefable ministro de Fomento arrojándole a la cara bolsas?

Pienso en todas estas cosas durante una mañana de domingo mientras oigo el ruido producido por el incesante trasiego de aviones y envidio la suerte de las avutardas.-

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_