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Seguros Hancock, patrocinador de los JJ OO, acusa a Sydney de soborno

John Hancock, una de las compañías de seguros más importantes de Estados Unidos, y uno de los 11 grandes patrocinadores de los Juegos Olímpicos, continuó ayer su ataque a los comités organizadores tras haber retirado su apoyo a los Juegos de Invierno de Salt Lake City 2002. David D"Alessandro, presidente y jefe de operaciones de John Hancock Financial Services, dijo que el comité responsable del éxito de la ciudad australiana de Sydney para los Juegos de Verano del año 2000 está también envuelto en casos de soborno. Señaló concretamente en el periódico The Sydney Morning Herald: "La responsabilidad es por inducir a otros a corromper".Las acusaciones de la compañía Hancock se refieren, especialmente, a las acciones del presidente del Comité Olímpico Australiano, John Coates. Éste reconoció haber enviado 35.000 dólares, más de cinco millones de pesetas, a dos miembros africanos, el ya dimitido Charles Mukora, de Kenia, y John Nyangweso, de Uganda, que aún es investigado. Según Coates, fue sólo una ayuda a los respectivos comités nacionales, pero sus favores llegaron a ofrecerles hotel gratis en Londres, en su escala a Montecarlo donde en 1993 Sydney ganó a Pekín, por sólo dos votos.

Apoyo a Samaranch

En la línea de cerrar filas que ha seguido el mundo olímpico desde la reciente Conferencia Mundial sobre el Dopaje, la Asociación de Federaciones Olímpicas de Verano, el organismo con más peso dentro de los socios del Comité Olímpico Internacional (COI), expresó ayer "su confianza en Juan Antonio Samaranch y en su habilidad para sacar al COI de la crisis", tras los casos de corrupción que han surgido y que siguen saliendo.

También ayer, el Comité Olímpico de Japón envió al COI un informe de cinco páginas como contestación a la petición de que investigara sobre posibles casos de corrupción en la elección de Nagano como sede de los Juegos Olímpicos de Invierno de 1998. En dicho informe, que no se ha hecho público, se implica, al parecer, a nueve miembros del COI por violar las normas de ética. El problema es que el propio comité ha señalado que quemó pruebas.

Curiosamente, entre los implicados aparece el portugués Fernando Ferreira Lima Bello, que supuestamente viajó dos veces con los gastos pagados por los organizadores. Lima fue el mismo que acusó a Barcelona 92 de enviar cajas de vino a los miembros poco antes de los Juegos, cuando ya la capital estaba elegida hacía cuatro años. Él, que acababa de entrar en el COI, no estaba en la lista de receptores. Otros nombres de la lista japonesa son el brasileño, ex presidente de la FIFA, Joao Havelange, sin que se especifique por qué, su compatriota Sylvio Magalhaes, el marroquí Mohamed Benjelloun, el norcoreano Kim Yu Sun, el argelino Mohamed Zerguini, el mexicano Pedro Ramírez (ya miembro honorario), el ecuatoriano Agustín Arroyo (suspendido ahora) y el estadounidense Robert Helmick (dimitido antes de Atlanta 96 por corrupción en su comité nacional).

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