Y Denilson metió un gol

Y Denilson metió un gol. En 22 partidos de Liga, 2 de Copa y cinco de la Copa de la UEFA, el jugador más caro del mundo mundial metió un gol. Un tanto que sin embargo no sirvió para calmar los ánimos de los aficionados verdiblancos, hartos como están de que el sueño de equipo que se sacó Ruiz de Lopera del talonario se arrastre por el campo sin un ápice de chispa y toneladas de mezquindad futbolística. El gol de Denilson (que hasta éste fue embarullado) sólo sirvió para evitar un desastre mayor. El Racing se acobardó con el descabello en la mano y jugando mucho mejor al fútbol no supo ganar el partido. Los cántabros lo afrontaron con la solidez que les caracteriza desde que el paraguayo Benítez les dibuja en el campo. Es un equipo con la misma forma atrás que adelante y engordado por el centro. La superpoblación de centrocampistas entorpece al contrario.

El Betis comenzó descerebrado. El jugador sobre el que caía casi todo el peso era Filipescu,buen y sobrio jugador, pero más gregario que desequilibrante, y que juega muy atrás para que sus centros hagan daño. Ito, que le acompañaba en el doble pivote jugó sencillamente fatal.

En la segunda parte, el Betis salió voluntarioso, pero poco más. El ayer estupendo Ceballos paró un penalti a Finidi y parecía que tan sólo restaba esperar el final. Pero, cuando el sistema pergeñado por Clemente se hundía y el público barruntaba el motín, Denilson salvó los muebles y le dio las gracias a Dios con los brazos en alto y a voz en grito. También estaba Alexis. El equipo de Clemente había dejado paso a los jugadores que, al menos, abrieron la puerta de la esperanza. Todo gracias a que el Racing no se lo quiso creer y tiró sin fe las cuatro oportunidades que tuvo al final del encuentro.

Los gritos de Lopera

Antes, en el descanso, Manuel Ruiz de Lopera, el presidente del Betis, entró en la caseta arbitral y, según refleja el acta, protestó a gritos a los colegiados contra su actuación. Entre otras lindezas, Lopera, que amenazó con retirar al Betis del campo, dijo: "El gol del Racing ha sido cuatro metros en fuera de juego. Sé que usted es cordobés y yo no admito que un cordobés conceda un gol en fuera de juego al Racing". Esquinas le recordó que no podía estar allí, a lo que Lopera contestó: "Ésta es mi casa y de aquí no me echa nadie". Cuando finalmente se fue, lo hizo gritando: "Usted ha venido a cargarse a Clemente".