Todd Martin acaba con el campeón

Las vicisitudes de Petr Korda en el Open de Australia concluyeron ayer. El campeón del año pasado se fue por la puerta trasera, eliminado en la tercera ronda por el estadounidense Todd Martin (7-5, 4-6, 7-6, 5-7, 6-4). El caso de dopaje por nandrolona, que está pendiente de un comité de apelación, afectó de forma ineludible a toda la trayectoria de Korda en este primer Grand Slam de la temporada. El checo, de 31 años, luchó hasta donde pudo para frenar los comentarios de sus compañeros de circuito, que nunca entendieron por qué se le permitía jugar si su positivo había sido confirmado. Pero acabó sucumbiendo."No quiero hablar de este tema", se excusó el jugador checo. "Pero es evidente que eso me está afectando". Korda sólo apareció por el club justo antes de los partidos y se marchó inmediatamente después de concluidos. Se refugió en su esposa y en sus dos hijos, que le acompañaron en este desplazamiento. En la pista se le recibió bien el primer día, pero después fue incluso increpado durante algunos de sus partidos. Ayer, frente a Todd Martin, Korda habría protestado en condiciones normales algunas bolas dudosas cantadas contra él, pero optó por callarse. Martin, finalista en el Open australiano en 1994, jugó a un gran nivel y se mostró especialmente sólido con su servicio. En octavos de final se enfrentará al zimbabués Wayne Black. Por la parte alta del cuadro, sólo quedan tres cabezas de serie: Martin (15º), Kafelnikov (10º) y Andre Agassi (5º), quien destrozó ayer al checo Jiri Novak (6-3, 6-2, 6-1) y se configura como uno de los grandes candidatos. Por la parte baja del cuadro, el australiano Mark Philippoussis (14º), que esta madrugada se habrá enfrentado al sueco Thomas Enqvist, y el checo Karol Kucera (7º), que jugaba ante Ferreira, son los únicos cabezas de serie.

En el cuadro femenino, no se produjeron sorpresas. Graf, Seles, Pierce, Kurnikova y Hingis salvaron la ronda sin problemas. De madrugada, la española María Antonia Sánchez se habrá enfrentado a la belga Dominique Van Roost, ante quien nunca había jugado.