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Villapalos accede a regalar a los colegios libros de texto para los niños más pobres

Los hijos de las familias madrileñas con rentas más bajas podrán disponer gratuitamente de todos los libros de texto que les sean precisos en cada curso de educación primaria y secundaria obligatoria. El consejero de Educación y Cultura, Gustavo Villapalos, accedió ayer a incluir en su plan de 131.000 millones para la mejora de la enseñanza no univeristaria una enmienda de la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos Giner de los Ríos -próxima a IU- en la que se reclamaba la gratuidad de los libros de texto. Sin embargo, el Gobierno autónomo ha diseñado un modelo diferido para aceptar esta reivindicación. Por un lado, los propietarios de esos ejemplares gratuitos no serán los propios niños, sino los centros en los que estudien; por otro, la medida no tendrá carácter universal, sino que sólo se beneficiarán de ella las unidades familiares que no sobrepasen un determinado nivel de ingresos mensuales.El Ejecutivo regional se ha encontrado con un conflicto político a la hora de afrontar esta petición de los padres de alumnos. Sus dirigentes educativos están convencidos de que los libros de texto (cerca de 25.000 pesetas por alumno y curso) resultan muy gravosos para determinadas economías familiares, y en ese sentido sentían la necesidad de "hacer algo" al respecto. Pese a ello, la gratuidad de los libros no podía aparecer abiertamente como un derecho de los padres, ya que el PP había desestimado esta posibilidad en el Congreso de los Diputados hace sólo tres meses. De ahí que se haya optado por diseñar una fórmula intermedia: libros gratis, sí, pero sólo para quienes más los necesiten. Y además, sólo como préstamo.

Los técnicos de la Consejería de Educación aún no habían cerrado ayer el modelo concreto con el que se desarrollará esta idea. La clave está en determinar hasta qué nivel de renta se asume el acceso de las familias a los ejemplares gratuitos. Se trata, en cualquier caso, de un detalle importante que el viceconsejero de Educación, Raúl Vázquez, deberá resolver en los próximos días.

La demanda de estos libros "de prestado" figura como la otra incógnita del proyecto. El consejero de Educación, Gustavo Villapalos, piensa que algunas familias renunciarían al acceso a los libros gratuitos cuando supieran que tenían que devolverlos al finalizar el curso. "Hay niños que subrayan y hacen anotaciones en los libros. Puesto que no son suyos, ahora tendrán que poner un cuidado especial", observó.

El presidente de la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos Giner de los Ríos, Pedro Crespo, admitió que la propuesta de la Comunidad era "un pequeño avance". En cualquier caso, recordó que su federación ha aportado otras ideas al plan de mejora de la escuela pública, como la ampliación del horario de los colegios por las tardes o la creación de comedores en los institutos.

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