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Incremento espectacular en las consultas de psiquiatría por culpa de los trastornos alimentarios

A nuevos tiempos, nuevos problemas. La locura tiene mucho que ver con cada época y con el entorno. No era el enfermo mental del siglo pasado el mismo que el que existe actualmente. Esto lo saben muy bien los psiquiatras. Por ejemplo, las consultas por trastornos alimentarios, que prácticamente no existían hasta hace bien poco, han aumentado en forma espectacular. Quizá el dato más llamativo sea el que se refiere a los diagnósticos de anorexia y bulimia. Se ha pasado de no tener ni un sólo caso en 1988 a representar el 9% de todos los casos tratados en la actualidad.

En la Unidad de Día Psiquiátrica del Hospital Virgen Macarena, de Sevilla, las estadísticas de los últimos diez años -realizadas con los pacientes que con distintas patologías psíquicas han pasado por allí- lo atestiguan: con los años aumentan o disminuyen algunas patologías. Los casos de bulimia y anorexia se han disparado, pero también los trastornos de personalidad y afectivos, que han experimentado un importante aumento. Los casos diagnosticados han pasado de un 6 y 15% respectivamente, en 1988, a un 14 y un 21% en la actualidad. Asimismo hay patologías que decrecen. La esquizofrenia es una de ellas; casi se ha reducido a la mitad. Si en 1988 eran un 66% los esquizofrénicos que acudían a este centro hospitalario, hoy apenas suman un 35%. Esta Unidad de Día Psiquiátrica se creó en 1973. Fue la primera en España de estas características -10 años después se crearía la de la Santa Creu en Barcelona- y entonces supuso un gran avance en el tratamiento de los enfermos mentales. Pioneros en Europa "Fuimos pioneros en Europa", dice Francisco Ortega Beviá, jefe del servicio de psiquiatría del hospital y responsable de la Unidad. "Basándonos en las teorías sistémicas, es decir, entendiendo que el enfermo mental no está sólo, sino que forma parte de un sistema: entorno, familia, ámbito social, etcétera, iniciamos tratamientos individualizados, específicos para cada paciente". Son ya miles las personas que han tenido acceso a estos tratamientos intensivos polivalentes, que les vinculan entre las horas que permanecen en la unidad psiquiátrica con el medio familiar y social. Los resultados, según Francisco Ortega, "siempre han sido muy positivos". La estancia hospitalaria es, de lunes a viernes, de 9.00 a 14.00. "En este tipo de pacientes, cuanto menos se les rompa la sensación de normalidad, mejor funciona la terapia", explica. Ahora, sin embargo, la Unidad está saturada. "La anorexia nos está matando", afirma, rotundo, Ortega. El espectacular aumento de los trastornos alimentarios, sobre todo en chicas jóvenes, -"estamos tratando al mes, a más de cien", comenta Ortega-, hace que el equipo se sienta desbordado. "Es que, este problema en concreto necesita muchos recursos para poder abordarlo con garantías", insiste. "Requiere cinco o seis tipos de terapia a la vez: para la familia, para la edad crucial que esta atravesando la enferma, para evitar que se aísle del grupo y del ambiente, para hacerle un seguimiento somático... Es decir, son muchos los recursos que hay que movilizar para recuperarlas". No ocurre así con otro tipo de patologías. En la Unidad hay talleres de manualidades... "Pero nada de lo que hacemos se vende. Hoy sabemos que, como terapia, la idea de trabajar para sacar beneficio, no es buena". Existen además salas de juego, de vídeo, mesas redondas y puestas en común; sesiones de expresión artística, cinesiterapia, reinserción social, etcétera. Cada caso, cada circunstancia, se aborda de una forma distinta. "Y a partir de las dos de la tarde, lo suyo es que la terapia continúe en el entorno familiar, que esa es la mejor forma para que enfermo mental avance en su curación", señala María Luisa, responsable de los talleres de manualidades. El gran cambio Y es que el antiguo manicomio, aparte de marginar al enfermo, permitía que la familia se desentendiese completamente de él. "Éste es el gran cambio: que el paciente no se desconecta de la familia, ni la familia de él", recalca Ortega. Después de 25 años funcionando, esta Unidad de Día, única en el la provincia de Sevilla, goza de un gran prestigio. Actualmente, un equipo de cuatro psiquiatras atienden, por término medio, más de 20.000 consultas al año. Y el número de protocolos distintos abordados se acerca a los 600. A pleno rendimiento, la capacidad diaria de la Unidad de Psiquiatría es de 60 plazas. Hay algunos otros datos estadísticos de esta Unidad de Día Psiquiátrica, recogidos en los últimos diez años, que también llaman la atención. En contra de lo que pudiera pensarse, el aislamiento social hoy es mucho menor, en términos de enfermedad al menos, que el que había hace diez años: frente al 32% de personas que solicitaban entonces ayuda por esta causa, hoy solamente lo hacen un 19%. Y los problemas de relación, en general, han descendido de un 16 a un 8%. En cuanto a las consultas por problemas de pareja, las cosas parece que siguen igual, apenas han descendido éstas, en los últimos diez años, un 2%.

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