Ingresan en prisión dos de los tres detenidos por el crimen de Zabaleta
Dos de los tres detenidos en relación con la muerte del aficionado de la Real Sociedad Aitor Zabaleta -José Ignacio Calderón e Israel González Sánchez- recibieron ayer orden judicial de prisión. El tercero, Carlos Alfredo Bedoya, de 26 años, ha sido puesto a disposición del juzgado de Leganés, aunque hoy será remitido de nuevo a Madrid. Calderón ingresó en la cárcel de Soto del Real en la madrugada del domingo. González Sánchez, de 24 años, ingresará en el mismo centro penitenciario. Ninguno de los encarcelados está acusado como autor material del crimen.
El Juzgado de instrucción número 4 de Madrid, que se encontraba de guardia ayer, ordenó el ingreso en prisión de Calderón, detenido el mismo del partido por un enfrentamiento con la policía, "por participar en el acosamiento a los seguidores de la Real Sociedad". Y además, Verónica Escudero, la novia de Zabaleta, le ha reconocido como miembro del grupo que ocasionó la muerte de Aitor.A última hora de la tarde de ayer, el Juzgado de Instrucción número 7 de Madrid ordenó cárcel para Israel González, que fue identificado por un policía en una rueda de reconocimiento como uno de los seguidores que participó en los disturbios. El tercer detenido, Carlos Alfredo Bedoya, ha sido puesto a disposición del Juzgado de Leganés, ya que fue el primer juzgado en investigar el asunto, al estar de guardia el pasado martes, cuando sucedieron los hechos. Pero será remitido hoy al Juzgado de Instrucción número 40 de Madrid. De las declaraciones efectuadas por éste durante los interrogatorios, según fuentes judiciales, la policía ha elaborado la teoría de que la puñalada a Zabaleta puede ser una acción preparada en respuesta a los incidentes ocurridos en Anoeta 15 días antes. Bedoya afirmó que en el viaje de regreso a Madrid tras el enfrentamiento de ida de la Copa de la UEFA entre el Atlético y la Real en Anoeta, hace tres semanas, después de que el autocar en el que viajaban los seguidores rojiblancos fuera apedreado por algunos hinchas donostiarras, escuchó cómo se diseñaba la venganza contra los seguidores de la Real para el partido de vuelta en el Calderón. Efectivamente, dicho día, el martes pasado, hubo un grupúsculo ultra del Frente Atlético que se dedicó a atacar a aficionados donostiarras.
El abogado de este acusado ha aportado ante el juez la declaración de siete personas que atestiguan haber visto a Carlos Alfredo Bedoya en Leganés a la hora en que se produjeron los hechos en el estadio Vicente Calderón, según declararon ayer sus padres Ana María Flores, la madre del detenido, declaró ayer a EL PAÍS: "Vamos a terminar locos. No entiendo por qué le acusan si hemos demostrado que a la hora del asesinato él estaba en una tienda de Parquesur comprando una chaqueta con su novia, y hemos aportado el tícket de caja, y las vendedoras lo han ratificado, porque se acordaban de que no encontraban una talla tan pequeña como la que necesitaba su novia. Y también otras personas atestiguan que le vieron en el barrio de Zarzaquemada, donde vivimos en Leganés. Y que le preguntaron si iba al fútbol y les dijo que no". "Sí fue seguidor del Atlético", continuó su madre. "Era un poco violento, lo sé y lo reconozco. Pero hace años que se borró de eso".
Por otro lado, 55.000 aficionados guardaron ayer un minuto de silencio en el estadio Santiago Bernabéu en homenaje a Aitor Zabaleta. "Fue un silencio sentido, se notaba en el ambiente", decía Guus Hiddink, el entrenador del Madrid. "Espero que todo esto sirva para algo", añadía Berd Krauss, técnico de la Real. Antes de que se hiciera el silencio los jugadores saltaron al terreno de juego portando las banderas de los dos equipos. La de la Real, los del Madrid; y la del Madrid, los de la Real. En el palco de honor del Bernabéu junto a los alcaldes de San Sebastián y de Madrid, Jaime Mayor Oreja, ministro de Interior, y Eduardo Serra de Defensa.
Cuando el Bernabéu guardaba silencio, también lo hacían todos los campos de fútbol de España, todos menos el de San Mamés, porque, según explicó el presidente del Athletic, no se quiso que "unos pocos" se aprovecharan de ese momento. Los jugadores de la Real Sociedad, que llevaban en ayer en su espalda el nombre de Aitor Zabaleta, regalarán sus camisetas a la familia del hincha asesinado.
El alcalde de San Sebastián, Odón Elorza, depositó previamente un ramo de flores en el lugar donde cayó mortalmente herido el martes Aitor Zabaleta. En el mismo sitio, aficionados atléticos habían depositado también ramos de flores.
