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El Koldo Mitxelena indaga en la identidad sexual con una de sus exposiciones más provocadoras

El centro cultural Koldo Mitxelena de San Sebastián inaugura esta tarde con una performance la exposición Transgenéric@s, una de sus propuestas más provocadoras. La muestra, que ahonda en los límites difusos de la identidad sexual, utiliza todo tipo de lenguajes artísticos, desde fotografías a esculturas, carteles, vídeos o instalaciones. Las obras, realizadas por una veintena de artistas, ofrecen una visión múltiple sobre la confusión de géneros: unas lo hacen con sutileza; otras, de forma tan explícita que pueden provocar cierto rechazo en algunos espectadores.

El Koldo Mitxelena vuelve a realizar una apuesta por el arte contemporáneo, aun a riesgo de ser atrevido. Lo reconoció ayer su propio director, Frantxis López Landatxe, quien aseguró que asume el proyecto y su responsabilidad como canalizador del arte, "sabiendo que puede ser rechazado por parte de un sector de la sociedad". Y es que las propuestas artísticas de esta veintena de artistas españoles o residentes en este país, como Juan Pablo Ballester, Miguel Benlloch, Nuria Canal, Ricardo Cotanda o Txaro Fontalba, entre otros, son a veces provocadoras, en otras ocasiones subversivas e irreverentes y, dependiendo de la sensibilidad de los espectadores, pueden llegar incluso a tacharse de hirientes. Uno de los ejemplos más gráficos puede encontrarse en una de las obras de Álex Francés. Muestra las fotografías de un hombre desnudo, con la cara cubierta por una máscara, que tiene unidos por un tubo la boca y el pene. La obra, que el propio comisario Juan Vicente Aliaga, tachó de "cruda", se adentra de esta forma en el tema de los gays y lesbianas. "Se tiende a asociar homosexualidad con pasividad. Y esto es una reivindicación de la pasividad como forma de placer". O las fotografías de Jesús Martínez Oliva que retrata a un hombre desnudo de espaldas, con las rodillas flexionadas, y que dejan al descubierto el ano y hablan, según Aliaga, "del miedo a la penetración anal". En todo caso, no todas las obras son tan explícitas. La muestra, también comisariada por Mar Villaespesa, persigue "hurgar en los trasvases entre masculinidad y feminidad y en la problemática que dichos vasos comunicantes generan al entrar en acción lo artístico, lo sexual, lo cultural y lo social", en palabras de sus comisarios. Cuestiona los roles tradicionales que se le han asignado a cada género y busca borrarlos en muchas de sus obras. En esta tarea por ejemplo, la valenciana Carmen Navarrete presenta uno de los lenguajes más influidos por el feminismo teórico. Sus carteles gigantes, que cuelgan de las paredes de la sala, muestran a mujeres "histéricas", a modo de guiño irónico "al mito", dijo ayer Aliaga, "de que las féminas no controlan sus emociones y pierden los papeles". Critica en otra de sus obras la persecución de las minorías sexuales. Sobre un primer plano de los pechos de una mujer muestra un impreso en el que se anima a la persecución de travestis u homosexuales. En esta misma sala se exhibe un cuadro de fotografías; cada una de ellas representa los valores que tradicionalmente se le han asignado al hombre, la seguridad o la fuerza, entre otros. Y retoma así la ruptura de estereotipos, que es una constante de esta exposición. En otro espacio que deslumbra al espectador por su luz intermitente, Joan Morey propone la creación de un mundo idéntico para hombres y mujeres. Proyecta un vídeo de una pasarela de moda, en la que se exhiben modelos unisex. También hay lecturas sobre las barreras mentales y los límites culturales impuestos. Otro de los creadores exhibe una grabación en la que una mujer "sometida a la presión social", según el comisario, "habla de su vida". Algunos de los lenguajes utilizados en esta exposición están un tanto manidos. Nuria Canal presenta un vídeo en el que varias mujeres hablan de sus miedos, de sus deseos, de sus relaciones de pareja... Recurre a lo que ya narraba Soderbergh en Sexo, mentiras y cintas de vídeo o, más directamente, lo que propone Chus Gutierrez en Sexo oral. La muestra, amplia y variada, promete desatar todo tipo de reacciones.

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