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Los pastelillos hechos en Lúcar ya se consumen en el mercado ruso Bizcocho a granel

EMPRESAS» Industrial Pastelera S. A.Hay diferentes formas de ofrecer el producto elaborado al cliente: con corbata o sin ella. Agapito del Águila, empresario de 44 años, ha probado los dos modos que le han curtido como profesional desde los 19 años: antes, como hijo del pastelero del pueblo; ahora, como gerente de una fábrica de pasteles que emplea a 85 personas. Lo de llamar a la puerta ya lo hacía cuando la pastelería, regentada por su padre antaño y mucho antes por su abuelo, era simplemente un horno de panadería. En ese horno se hacía la bollería que más tarde se repartía por todos los cortijos del pueblo almeriense de Lúcar y sus anejos y barriadas como Cela. "Íbamos por todos los cortijos vendiendo lo que hacíamos: magdalenas, cruasanes, hojaldres y bollos", rememora Del Águila. Ahora es lo mismo pero en versión cosmopolita y mecanizada: vuelos regulares a Amsterdam o Estocolmo, maletín en mano y, por supuesto, la corbata. A pesar de los ajetreos de los viajes de trabajo, de la lengua distinta del interlocutor y de la distancia fría que entre hombres de negocios se establece, el fin es idéntico: ofrecer un producto que, con sólo verlo, se hace irresistible al paladar. No existen diferencias respecto a cuando el cliente era directo y se le tenía delante, el ama de casa que tras abrir la puerta del cortijo decidía la compra del día. "Hacemos sondeos de mercado y por lo demás, se trata de coger la maleta con algo de género y llevarlo a probar", explica el gerente con la misma sencillez con la que afronta los viajes que realiza para expandir el mercado del pastel por Europa. La Industrial Pastelera de Cela Marielvis, nombre completo de la fábrica especialista en la elaboración de planchas de bizcocho, ofrece una gama de 25 productos donde la mezcla de harina, huevo y azúcar es el denominador común. Piononos, búlgaros, cuadraditos, dianas, gitanitos, saras o tronquitos son algunos de los nombres inventados para cada especialidad que combina el bizcocho con nata, chocolate, mermeladas de fresa, melocotón o frambuesa y así hasta 25 combinaciones diferentes "que siguen manteniendo el sabor y la calidad del producto que empezó mi abuelo porque todo es natural", apunta Del Águila. Son casi 30.000 kilos de pastelillos los que el horno cuece diariamente que luego, envueltos cada uno en celofán para prolongar su conservación, salen destinados a la conquista de paladares holandeses, polacos, suizos, marroquíes y, desde hace poco tiempo, rusos. La batidora encargada de hacer la mezcla base de huevo, harina y azúcar produce masa suficiente como para que las tres máquinas bañadoras de que dispone la empresa permitan hacer al mismo tiempo tres tipos distintos de dulces. Con un ritmo imparable que marca tres turnos en el horario de los trabajadores -la fábrica permanece abierta las 24 horas y supone una fuente vital de ingresos para Lúcar-, las idas y venidas de una furgoneta, una camioneta y un tráiler cargados de pasteles para repartir en la provincia de Almería y resto de España son habituales. "Para las exportaciones que realizamos al extranjero no usamos nuestros camiones, los comerciales ya se encargan de enviar los suyos propios hasta aquí", matiza el gerente. Cuando se trata del suministro de productos perecederos no valen los retrasos ni el olvido de detalles importantes que ralenticen la distribución. Si es importante que el bizcocho está siempre tierno y bañado o relleno en cremas o chocolates de primera calidad, no lo es menos que siempre haya cajas y plásticos en los que envasarlos esperando a ser llenados. Por ello, otra máquina cedida por la empresa proveedora del cartón a Industrial Pastelera trabaja sin descanso el cartonaje realizando los dobleces oportunos para la confección de las cajas. La rapidez de producción y distribución a un coste mínimo permite sacar a la calle paquetes de 2,5 kilos de piononos u otra variedad al precio de 750 pesetas que en muchos comercios se vende al cliente al peso. Sin embargo, el suministro al extranjero se presenta en bandejas de seis unidades protegidas por un plástico "porque lo prefieren así", comenta Del Águila, que añade de forma tajante: "Ahora tenemos una capacidad de producción bastante alta y estamos preparados para seguir progresando". Dn Paraje de las Clavellinas, barriada de Cela, Lúcar (Almería) Empleos 85 Facturación 500 millones de pesetas al año Producción Pastelillos de bizcocho Los pasteleros almerienses apoyan su éxito con los mercados europeos en el trato directo con los clientes

Datos de interés

SKA Minsk: Feschentko (Galmak); Kastsiuchyk, Klimovets (2), Ubozhenko (2), Kourtchev (5), Lakiza (2), Naganov (2), Holdzin (3), Nekhalchyk, Sharnikov (1) y Brouka.Barcelona: Barrufet (Svensson); Ortega (2), Lozano (3), Chepkin (1), Urdangarín (5), Masip (5, 3 de penalti), O"Callaghan (6), Garralda (4), Dedu (4) y Espar. Árbitros: Boye y Jensen (Dinamarca). Marcador cada cinco minutos: 0-4, 0-6, 0-7, 1-8, 5-10, 8-13; 9-17, 11-19, 13-23, 14-25, 16-27 y 17-30.

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