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FÚTBOL PRIMERA DIVISIÓN

El Valladolid aprovecha sus bazas

Los de Pucela acaban ganando a un Espanyol que marcó primero

Bielsa dejará en Barcelona una estela de buen fútbol, de lo que pudo haber sido y no fue, pero no dejará un solo punto como visitante en el casillero de su equipo. A Brindisi le corresponderá el trabajo de reforzar un grupo que sin las piezas centrales de su esquema, como Galca o Esnaíder, se convierte en un equipo normalito tirando a vulgar. Ayer en Valladolid la historia le funcionó a Bielsa sólo media hora, lo que tardó Víctor en enganchar con Caminero. Cuando el Valladolid dejó atrás sus complejos, el choque encontró su tema central: Vizcaíno, Caminero, Eusebio y por fin Víctor. Con eso el Valladolid controló el partido, se llevó los tres puntos y dejó al Espanyol en la zona más baja de la tabla. El equipo catalán se dedicó desde el comienzo a trabar el partido en el centro del campo. Eso era lo que más le interesaba a Bielsa, que se veía sin Galca, sin Esnaider y sin Pochetino, obligado a abusar de la velocidad de Benítez y poca cosa más. La primera premisa se cumplió: el Valladolid se extravió en el centro del campo, Caminero no rascaba bola y los centrales se volvían locos para encontrar a Benítez y Posse. El Espanyol comenzaba a ganar a los puntos cuando Quique Martín agarró un tremendo zapatazo que entre el viento y la pierna de Julio César adelantaba al equipo de Bielsa.

Valladolid: César; Torres Gómez, Julio César, Peña, Santamaría (Klimowicz, m

66), Marcos; Chema, Vizcaíno, Caminero (Eusebio, m. 71); Víctor y Peternac (Alberto, m. 71).Espanyol: Toni; Cristóbal, Nando, Pacheta, Domínguez (Arteaga, m. 79); Helguera, Villa; Ribera (De Lucas, m. 71); Benítez (Sergio, m. 63); Quique Martín y Posse. Goles: 0-1. M. 16. Quique Martín dispara desde más de 20 metros, el balón hace un extraño que descoloca a César y se cuela a la derecha del portero. 1-1. M. 50. Julio César remata de cabeza un saque de esquina. 2-1. M. 77. Víctor centra y Cristóbal, en su intento de despejar, bate a Toni. Árbitro: Daudén Ibáñez. Amonestó a Pacheta, Julio César, Bielsa y expulsó a Nando (m.61) por doble tarjeta. Unos 17.000 espectadores en el nuevo estadio José Zorrilla.

El Valladolid tenía la dura tarea de remontar, igual que ante el Valencia, igual que con el Real Madrid. Fue entonces cuando además de Víctor, comenzó a intervenir Caminero. Con sólo dos apariciones, El ex atlético se colgó los galones y se dispuso a dirigir las operaciones con el inestimable apoyo de Vizcaíno que puso toda su capacidad estratégica al servicio de los puntas. La fisonomía del partido cambió radicalmente. El Espanyol dejó de preocuparse por la presión y monopolizó su esfuerzo en la defensa.

Cuando comenzó la segunda parte el Valladolid ya era dueño del partido. El balón discurría cosido a los pies de Vizcaíno y la banda se convirtió en un carril para Torres Gómez. Por ese lado llegó la jugada del empate y casi todo el peligro con el que se encontraba Toni. Poco después llegó la expulsión de Nando y el Valladolid se encontró con un escenario inmejorable, algo que el equipo de Kresic no sabe manejar. Caminero bajó su rendimiento espectacularmente, los recursos de Vizcaíno para organizar la ofensiva se mostraron más que limitados y pese a su inferioridad el Espanyol seguía llevando el peligro al contragolpe. Kresic frenó la hemorragia y metió en el campo a Eusebio. El gol de la victoria llegó en propia meta, en un despeje errado de Cristóbal, pero la suerte del Espanyol parecía echada tiempo atrás porque Kresic, por una vez, se decidió a ir a por el partido sin complejos y sin miedos.

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