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Jornada de la expulsión

Sigue rara la Liga. Con mucho alboroto, pero poco fútbol. El ruido esta vez llegó de la mano de los colegiados, que convirtieron el fin de semana en la jornada de la expulsión: un total de 12 se registraron en los diez partidos de Primera, una cifra que no se producía desde la jornada 11 de la campaña 1992-93. Y siguieron armando ruido los grandes, que no terminan de situarse. Se caen, se levantan, vuelven al suelo... Les cuesta coger el norte. En Zaragoza, el Madrid mejoró, ganó (3-4) y recuperó el liderato, pero insistió en sus lagunas, se confirmó vulnerable, desesperó por sus incomprensibles despistes. El Barcelona estuvo aceptable ante el Salamanca, pero cedió un empate de los injustificables (1-1). Y continúa cargado de problemas: Giovanni, en la grada por sus quejas; Rivaldo, tan hundido como desaparecido en combate, Van Gaal, con más dudas que certezas... El Atlético derrotó al Tenerife (2-0) y corrigió esa sensación de defensa de caramelo que dejó en Oviedo, pero se olvidó del fútbol y aburrió. Y el Betis no sale del pozo. Su victoria en Chamartín fue flor de un día. El Celta, uno de los equipos que sí parecen centrados, le devolvió a la realidad con una goleada a domicilio de las que agrandan las heridas (0-3). Todo esto sucedió el sábado, en otra de esas sesiones de fútbol adelantado a las que obligan los compromisos internacionales. Pero ayer, también ocurrieron episodios de interés. Por ejemplo, la goleada del Deportivo en Riazor frente al Oviedo (4-0), una especie de desmentido a sus problemas rematadores. La victoria permite a los de Irureta posicionarse en la zona de cabeza, a tres puntos del Madrid. Más se acercó el Mallorca, que cogió al Zaragoza y se quedó tan sólo a un punto. Sudó el cuadro isleño, no obstante, para batir al Alavés (2-1). De hecho, tardó una hora en adelantarse, ya en superioridad numérica. El conjunto vitoriano perdió a Rocha y Canabal por expulsión, pero tal y como respiró la jornada tampoco resultó un suceso extraño.

Y es que las tarjetas rojas fueron protagonistas. Tres expulsados hubo el sábado en el Calderón (André Luiz y Emerson, del Tenerife, y Juninho, del Atlético); otros tres en Vilarreal (el local Gerardo y los donostiarras Antía y Sa Pinto); dos en el Villamarín (el bético Fernando y su preparador físico, Marcelo Cantatore); uno en el Camp Nou (Giovanella, del Salamanca), y otro más en Zorrilla (el espanyolista Nando). Total, 12 tarjetas rojas, una exageración.

Por lo demás, el Extremadura se consolidó como colista: perdió en Santander (3-1) y es el único de la categoría que sigue sin vencer. No lo pasó mejor el Espanyol, que en la posible despedida de Marcelo Bielsa -todo lo más, antes de coger a la selección argentina dirigirá otro partido- salió derrotado de Valladolid (2-1).

La jornada, además de expulsiones, al menos dejó goles: 32.

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