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GENTE

PUÑETAZOS PARROQUIALES

Parroquianos de Romay, en el municipio de Portas (Pontevedra), han convocado una manifestación para el próximo domingo, antes de misa y en el atrio de la iglesia, contra su párroco, Manuel Collazo Porto, al que acusan de mantener una "actitud antisocial y mercantilista". Manuel Collazo es párroco de Romay desde hace 34 años y vive con dos asistentas. Los feligreses disconformes le acusan, entre otras cosas, de proferir insultos desde el púlpito, fijar precios abusivos por sus servicios (23.000 pesetas por una misa de difuntos o 40.000 por participar en una procesión), tratar de defraudar al vecindario al solicitar 400.000 pesetas para el arreglo de una campana que al final costó 18.000, concederse viajes de recreo "en compañía de todos sabemos quién", su excesiva afición al juego... Los vecinos lo han denunciado repetidamente en el arzobispado, pero como si nada. "Ha llegado el momento de dar la cara y enfrentarnos a este fenómeno o aguantarlo para siempre sin rechistar", afirman. La gota que colmó el vaso fue una gresca a puñetazos, en la iglesia, que el cura presenció impertérrito. Collazo ha calificado de "calumnias" las acusaciones, que, según una de sus partidarias, parten de "sólo seis familias -la parroquia tiene más de 200 vecinos- que no quieren la religión y sí acabar con el cura. Son dignos de pena", concluyó la feligresa.-

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