_
_
_
_
FESTEJOS

Un toro extenuado sale en "camilla" del encierro de Fuenlabrada

El segundo encierro de Fuenlabrada también tuvo sorpresa. Ayer, el primero de los tres toros fue sacado del recorrido en una especie de camilla por más de 50 personas. El animal, reventado, no pudo llegar a la plaza. El encierro, como el del martes, fue muy largo. Duró tres horas y media. En relación con posibles sanciones, Manuel Robles, primer teniente de alcalde, señaló que el delegado gubernativo es el encargado de observar el encierro y abrir expedientes para denunciar las posibles anomalías.

El primer toro salió del callejón a las nueve de la mañana. El animal tuvo mucha querencia y se negó a abandonar la fuente de los Cuatro Caños, ubicada al principio del encierro, que tiene un trayecto de 600 metros. Las peñas trataron de conducir a la res hasta la plaza, pero no consiguieron su objetivo. El toro, rodeado de un tremendo gentío, se resistía a hacer el recorrido. Los mozos corrieron al animal durante dos horas y cuarto. A las once y cuarto el animal ya agonizaba. El morlaco, de 490 kilos, se tumbó en el asfalto en medio del trayecto y no volvió a levantarse. Carecía de fuerzas para incorporarse. El astado salió rendido tras el frenesí de los mozos, que le habían mareado durante 135 minutos. Aun reventado, el toro no cerraba los ojos ni tampoco perdía de vista a las personas que le rodeaban. Algunas gritaban fuera del recorrido: "Es cruel lo que está pasando este animal". Un hilo de sangre empezó a salir del lomo del toro. Según un experto veterinario, el animal estaba empezando a agonizar. Los organizadores del encierro decidieron llevarlo en una especie de camilla de hierro hasta la plaza situada a unos 300 metros del lugar donde el animal se había derrumbado.

Maromas y cuerdas

El delegado gubernativo autorizó a las peñas a que utilizasen la plataforma de hierro en forma de camilla para trasladar al animal hasta los corrales, ya que no se podía sacrificar en medio del recorrido. Una docena de personas empujaron al animal sobre la plataforma de hierro. Con ayuda de varias maromas y cuerdas, unas 50 personas llevaron al toro hasta los toriles, donde fue por fin sacrificado.Manuel Robles, primer teniente alcalde, explicó así el incidente sufrido por el toro: "Por el tiempo que ha estado el animal en el recorrido, ha sufrido un agotamiento, y había que sacarlo utilizando ese medio porque no encontrábamos otra fórmula para sacarlo". Las peñas de Fuenlabrada también lamentaron la agonía del toro dentro del recorrido: "El animal ha tenido querencia y no ha salido de la primera parte del recorrido pese a que hemos hecho lo imposible por llevarlo hasta la plaza". Los mozos llegaron a utilizar una pica eléctrica, de 1,5 voltios, para empujar al animal hasta los toriles. Sin embargo, el toro se negaba a caminar hacia su destino final.

El segundo encierro de las fiestas de Fuenlabrada se prolongó durante tres horas y media a causa de ese primer toro. El segundo y el tercer astado entraron en la plaza en media hora. Al festejo asistieron 7.000 personas y no hubo ningún herido.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_