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Tribuna
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Vídeo tóxico-musical

Sus señorías comprobaron ayer en una comisión parlamentaria las bondades de la realidad virtual. Las imágenes recogidas por un helicóptero del cauce del Guadiamar durante los últimos cuatro meses, se convirtieron por arte de birlibirloque técnico, en un mapa de colores cambiantes: el negro de los lodos dejaba paso al verde del corredor forestal proyectado en la zona. El vídeo que puso el consejero de Industria, Guillermo Gutiérrez, no satisfizo a Francisco Ríos, de IU, que exigió más explicaciones. Su compañera de partido, Concha Caballero, recomendó, por lo bajo, sustituir la "música celestial" que acompañó al vaivén cromático. Para la etapa negra, La Patética. Para la verde "la cabalgata de las valqurias".

El piropo de la Bienal

A la luz de la luna, entre árboles centenarios, arcos palaciegos y acordes de guitarra flamenca se decían palabras de amor. El que piropeaba era el de la Tomasa, José, el cantaor, y la halagada su mujer (o al menos una señora que lo acompañó durante la actuación). Manuel Mairena echaba en cantes todo lo que tiene de voz en el silencio de los Reales Alcázares de Sevilla durante uno de los conciertos de la X Bienal de Flamenco. Y detrás, en lo oscuro de la noche, José de la Tomasa llamaba quedito a la mujer, sentada un poco más allá. Cuando ella volvió la cabeza, él, aprovechando los versos de la canción que sonaba, le dijo: "lo más bonito eres tú". Y ella, salerosa y gitana le respondió: "Grasias".

Moda marinera

Allá donde se juntan más de dos periodistas nace el circo. Ayer, en el aeropuerto de Sevilla, se citaron más de dos y de tres para recibir a Antonio Lozano y Domingo López, los dos marineros onubenses retenidos en Gambia varios meses. A mayor congregación, mayor ambiente circense, mayor funambulismo, mayor tensión. Los directos televisivos resultan, además, especialmente divertidos por las piruetas verbales que se escuchan. Ayer mismo, mientras los pescadores descendían del avión, algunos narraban a su audiencia detalles de la ropa que lucían las esposas de los detenidos, Nani Flores y Cinti Requena.

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