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Futuras vacunas contra la úlcera de estómago, la salmonelosis y el tifus

Las infecciones recobran protagonismo como causas frecuentes de mortalidad

Según apuntan todas las predicciones, las enfermedades infecciosas o transmisibles van a recobrar en los países desarrollados la importancia sanitaria que tuvieron en tiempos pasados como primera causa de enfermedad y mortalidad.El sida y las múltiples infecciones que han resurgido con la aparición de esta enfermedad vírica, la extensión de la malaria en el Tercer Mundo, la posible importación hacia los países occidentales de infecciones exóticas o el problema creciente de las resistencias bacterianas que inactivan el efecto de antibióticos antes muy eficaces, son algunos de los aspectos que abonan esa teoría y que han sido analizados en una reunión científica internacional sobre Mecanismos moleculares de patogenicidad microbiana, celebrada en la Universidad Complutense de Madrid.

Como señala José Antonio Vázquez-Boland, codirector de este encuentro junto con Rafael Rotger, frente a esta visión, un tanto apocalíptica, la investigación biomédica dispone actualmente de dos poderosas armas: el desarrollo de nuevas vacunas y de nuevos fármacos antimicrobianos. Hasta ahora las vacunas obtenidas por metodología clásica o empírica mediante microorganismos muertos o vivos atenuados ha resuelto el problema frente a muchas infecciones. Sin embargo, según subrayaron todos los expertos convocados en la reunión de la Complutense, en otros casos la vía empírica de investigación en vacunas no puede ser utilizada y ahora resulta ineludible recurrir a una investigación que permita desentrañar y comprender los mecanismos de interacción entre el patógeno y el hospedador infectado.

La investigación básica sobre los mecanismos de patogenicidad microbianos ya está dando sus frutos en el campo de lo aplicado. Como afirma Antonio Covacci, del Instituto Iris de Siena (Italia), se está a punto de iniciar la fase de experimentación clínica en humanos de la vacuna frente a la úlcera gastroduodenal, causada por la bacteria Helicobacter pylori.

"Hace tan sólo unos años se desconocía que este proceso digestivo tan común tenía un origen infeccioso, y ahora estamos cerca de poder prevenirla con una vacuna que ha sido desarrollada gracias a la investigación de los mecanismos moleculares de virulencia empleados por esta bacteria para colonizar y dañar la mucosa gástrica", advirtió Covacci.

Gastroenteritis

Otro microorganismo en el que se está avanzando en la búsqueda de una estrategia vacunal es la Salmonella. Esta bacteria es responsable de la infección gastrointestinal conocida como salmonelosis, que aparece por ingestión de alimentos que contienen huevos contaminados, y también causa la fiebre tifoidea por agua y alimentos contaminados, sobre todo en los países subdesarrollados.Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se registran en el mundo 1.200 millones de casos de infección por Salmonella, de los que tres millones y medio son mortales en la forma de gastroenteritis y otro medio millón en la forma de fiebre tifoidea.

En virtud de lo expuesto por Jorge Galán, pofesor de la Universidad del Estado de Nueva York, que está investigando una vacuna frente a esta bacteria, sólo en Estados Unidos la salmonelosis genera unos costes sanitarios anuales de 3.000 millones de dólares.

"Hemos descubierto en la Salmonella un nuevo mecanismo de virulencia bacteriana que es un sistema especial de secreción y que se dispara cuando la bacteria entra en contacto con la superficie de las células del individuo infectado", explicó Galán.

Manipulando este sistema de secreción mediante técnicas de ingeniería genética, según Galán, se puede conseguir no sólo una vacuna frente a esta bacteria, sino que, utilizada como modelo de investigación, puede servir para desarrollar vacunas ante otras enfermedades, como la tuberculosis.

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