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Matutes confirma que el certificado de defunción de Paesa es falso

José María Irujo

Las sospechas se han confirmado. El certificado de defunción de Francisco Paesa presentado en la Embajada de España en Bangkok carece de validez alguna, según aseguró ayer la Oficina de Información Diplomática (OID). Las autoridades de Tailandia han confirmado oficialmente a la legación diplomática española que el citado documento es falso, según el ministro de Asuntos Exteriores, Abel Matutes. En el registro de defunciones de esa ciudad asiática no consta desde hace meses la muerte de ningún ciudadano español.

El portavoz de la OID es taxativo: "No estamos en condiciones de confirmar la muerte de Francisco Paesa. El certificado de defunción presentado carece de toda validez y adolece de graves defectos formales y de procedimiento. Llegó a la embajada por un medio que no es el habitual ya que nadie lo entregó personalmente. Por otra parte, para inscribir la defunción no basta con un certificado de una autoridad local, hacen falta muchos otros trámites".La recepción del falso documento levantó las primeras sospechas cuando llegó por correo y de forma anónima hasta la embajada española en Bangkok donde se tenía que inscribir el fallecimiento. Ningún familiar se presentó allí ni en ningún otro lugar para informar de la muerte del ciudadano español. Las fuentes de la OID destacan que se ha confirmado "la inexistencia o incapacidad" de los funcionarios tailandeses que lo firmaron y aseguran que en los libros del Registro de Defunciones de Bangkok sólo se certificó el pasado mes de junio la muerte de un ciudadano británico.

Wanlop Onratana, responsable de la oficina de Bangrak donde se tramitan estos certificados, aseguró a Efe que son falsas las firmas del documento donde se certifica la muerte de Paesa. Uno de los funcionarios firmantes ya no trabaja allí, otro no reconoce su firma y la identidad de un tercer testigo no consta en los archivos. Junto a esta falsa acta de defunción, la embajada española en Bangkok recibió una copia del pasaporte de Paesa con el número 01521970 Z, expedido el 28 de julio de 1995 y válido hasta el 27 de julio del 2005. Como domicilio figuraba la avenida de Atenas, en Las Matas (Madrid).

Según el falso certificado, Paesa falleció "por causas naturales en la calle Palang Rama" de Bangkok. En la documentación figura también un formulario de inmigración en Tailandia en el que aparece el 21 de mayo como la fecha de entrada en el país con un permiso de estancia hasta el pasado 17 de junio. La esquela, insertada por su hermana María en EL PAÍS, asegura que falleció el pasado 2 de junio. Se investiga también si Paesa estuvo realmente en Tailandia en esas fechas.

El portavoz de la OID destacó que para incinerar a cualquier ciudadano en Tailandia es imprescindible la autorización directa de la familia o de la embajada y que nadie había solicitado ese permiso a la legación diplomática española. "Es muy difícil morirse de incógnito en Tailandia. Hay una diferencia étnica clara y ningún cadáver de un extranjero pasaría inadvertido", señaló.

Paesa está acorralado por la justicia española y la suiza. El juez Paul Perraudin acaba de dictar a Interpol una orden de busca y captura internacional por un presunto delito de blanqueo de capitales en Suiza. Un delito por el que podría ser condenado a varios años de cárcel. La juez Paloma García, titular del juzgado de instrucción número 17 de Madrid, ordenó a la policía su localización para comunicarle su imputación en la ocultación de los 1.700 millones de pesetas que Roldán ocultaba en Suiza. Fuentes judiciales señalan que, en los próximos días, si se comprobara la falsedad de su muerte, este juzgado pediría a Interpol su inmediata detención.

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Las mismas fuentes señalan que las diligencias abiertas contra Paesa en España no se van a detener salvo que se acredite su fallecimiento. Si se diera ese supuesto, sus responsabilidades quedarían extinguidas. "La maquinaria judicial no se va a detener por una esquela", señalaron fuentes de la fiscalía.

La salud de Paesa

La salud de Francisco Paesa es motivo de cábalas y comentarios desde que en 1996 el ex agente de Interior, ligado a casos como Roldán, los GAL o el tráfico de armas a ETA, se encargó de difundir en Madrid el rumor de que padecía un cáncer incurable del que se estaba tratando en una clínica de Estados Unidos. Ésta y otras rocambolescas versiones sobre su estado físico le han servido, en ocasiones, de excusa para eludir su presencia ante los tribunales españoles.La última fue el pasado septiembre cuando fue citado como testigo por la Audiencia Provincial de Madrid que juzgaba a los ocho procesados del caso Roldán. La sala recibió entonces un fax emitido por un médico del Hospital Americano de París en el que aseguraba que Paesa padecía "un estado ansioso depresivo grave con fobias múltiples y riesgo de suicidio". El documento, fechado en Neuilly (Francia), estaba firmado por el profesor neuropsiquiatra Jean Michele Oughourlian, quien aseguraba haberlo tratado desde 1996.

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Sobre la firma

José María Irujo
Es jefe de Investigación. Especialista en terrorismo de ETA y yihadista, trabajó en El Globo, Cambio 16 y Diario 16. Por sus investigaciones, especialmente el caso Roldán, ha recibido numerosos premios, entre ellos el Ortega y Gasset y el Premio Internacional Rey de España. Ha publicado cinco libros, el último "El Agujero", sobre el 11-M.

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