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La Guardia Civil investiga el envenenamiento de 22 perros en San Martín

Veintidós perros han muerto envenenados en los dos últimos meses en San Martín de Valdeiglesias (5.600 habitantes). La Guardia Civil de la localidad considera que los canes ingirieron trozos de carne con estricnina, un poderosos veneno que provoca la muerte en pocas horas. En varios casos, según el alcalde de San Martín, José Luis García, del PSOE, el veneno fue lanzado al interior de las viviendas donde estaban los perros.La Guardia Civil desconoce todavía al autor de estos hechos. Las investigaciones se centran en encontrar el establecimiento que ha podido vender el veneno para matar a los canes. En San Martín no existe ningún establecimiento de estas características, según manifestó José Luis García.

Javier Hidalgo, dueño de uno de los perros envenenados, relató ayer que su pastor alemán, Jako, murió entre grandes convulsiones tras ingerir la carne emponzoñada.

Los envenenamientos se han producido principalmente en la urbanización Miragredos. Entre los residentes existe una auténtica psicosis. Para evitar que sus perros sean envenenados, han decidido tomar todas las precauciones que estén en su mano. La mayoría mete los perros en las casas o en los garajes. Otros encadenan a los animales en los jardines traseros de sus residencias, ya que son menos accesibles desde la calle. Antes de sacarlos, inspeccionan el jardín de sus chalés por si hubiera algún pedazo de carne escondido.

Este periódico comprobó ayer que muchos de los perros que pasean por las calles de San Martín de Valdeiglesias llevan bozal. Sus dueños intentan así que no coman nada del suelo.

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