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Entrevista:

VIRGINIA BERASATEGUI TRIATLETA "Me da rabia ganar a rivales que parecen anuncios andantes"

De la moda del triatlón, efímera en España, sale ahora del anonimato una pujante generación de especialistas, muy bien representados por la vizcaína Virginia Berasategui (22 años). Hija del primer triatleta de España, al que seguía en sus desplazamientos a Francia cuando sólo era una niña, Berasategui, que se ha dedica a este deporte desde los 15 años, se ha instalado en la élite de una especialidad que será olímpica en los Juegos de Sidney 2000. Las pruebas de la Copa del Mundo y la de los Juegos suponen nadar 1,5 kilómetros, corre 40 km de ciclismo y 10 km de carrera a pie). Pregunta. ¿Cómo fueron sus dos primeras citas en la Copa del Mundo? Respuesta. En Japón me retiré, sin fuerza. Me alarmé mucho, pero me dí cuenta de que no había asimilado todavía una concentración durísima con la Federación Española. En Sidney, todo fue mucho mejor. Terminé octava y vi los frutos de todo el trabajo realizado. P. ¿Cómo ha llegado a la élite del triatlón? R. En realidad, los resultados importantes llegaron hace un año. Hasta entonces pocos me hacían caso y ahora me hacen demasiado. Es el resultado de muchos años de trabajo, lo que me ha dado la posibilidad de acceder a las pruebas de la Copa del Mundo, reservadas a los mejores de cada país. P. Usted nadaba desde muy pequeña, así que partía con ventaja ¿no? R. Eso es lo que muchos piensan, pero sólo con nadar no hago nada. En este deporte, lo difícil es asimilar los cambios, el salto de una disciplina a otra. No vale destacar mucho en un campo, hay que ser muy regular en los tres, y eso es lo difícil. Yo no he tenido problemas: la carrera a pie se me daba bien y he sabido acoplarme a la bicicleta. P. ¿Qué condiciona su presencia en los Juegos Olímpicos de Sidney 2000? R. En esa lucha estamos todas las que participamos en la Copa del Mundo. Cada prueba otorga una serie de puntos y, en principio, tendré que figurar entre las 50 mejores del mundo. Hay dos plazas para triatletas españolas, pero si una tercera presenta una forma excepcional antes de los Juegos, sin estar en esa lista, podría ocupar plaza. P. ¿Sus citas inmediatas? R. Ahora me entreno para el Campeonato de España, el 24 de mayo. Después vendrá la tercera prueba de la Copa del Mundo, en Zúrich, el 21 de junio y, el 5 de julio, el Campeonato de Europa. P. ¿No es demasiada competición en tan poco tiempo? R. No. Al principio se especulaba con la dureza de este deporte, sobre todo para los músculos y las articulaciones. Son deportes antagonistas, pero con entrenamiento el cuerpo se acostumbra a todo. P. Tiene médicos, masajista, y su padre es su mánager y preparador. ¿Se siente profesional? R. Sí, pero sólo si miramos todos los medios que dedico a este deporte. Económicamente no lo soy y me da rabia competir y ganar a rivales que parecen anuncios andantes, que pueden vivir tranquilamente de sus contratos publicitarios. Es un problema de tradición: en el extranjero este deporte está bien considerado, pero en España apenas se habla de él. Hasta que los medios, y sobre todo, la televisión, no se interesen por nosotros nos será muy difícil acceder a grandes contratos publicitarios. P. Pero usted dispone de patrocinadores. ¿No podría independizarse con su ayuda? R. Andaría realmente muy justa. La mayoría me dan material deportivo y Nike me da, además de la ropa, un sueldo, pero nada comparable con lo que gana Ronaldo. P. En competición ¿cómo afronta el sufrimiento? R. Cuando me toca sufrir de verdad suelo pensar en muchas cosas. Pero a veces sólo pienso en aguantar, porque tengo mucho carácter para sufrir. Sin la fuerza de la mente no iría a ningún sitio y encuentro mucha satisfacción cuando lo doy todo. P. ¿Cuál es el momento crucial en un triatlón? R. La salida de la natación. Es pura supervivencia. Te hunden, te arrancan las gafas o el pulsómetro... La natación determina ahora mucho el desarrollo de la prueba porque si terminas con los primeros puedes pillar un buen pelotón y ya no te ven. P. ¿En un deporte tan duro se escuchará a menudo la palabra doping, no? R. Empiezo a desengañarme; veo cosas muy sospechosas, pero prefiero pensar que todos van limpios, aunque se oyen comentarios de todo tipo.

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