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La Bolsa sube un 1,13% y logra en un trimestre igual rentabilidad que en todo el año anterior

La Bolsa quiso ayer darle la razón al gobernador del Banco de España y lanzó una nueva "llamarada especulativa" que le sirvió para poner el listón de los máximos un poco más alto. El índice general de Madrid subió un 1,13% y cerró en 898,73 puntos, a un paso de la barrera psicológica de los 900. Ha ganado en tres meses y un día el 42%, lo mismo que en todo el año anterior. La "holgura monetaria" a que se refirió Luis Ángel Rojo el día anterior, como excusa para no bajar los tipos de interés inmediatamente, es en el caso de la Bolsa necesidad y especulación, a partes iguales.

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En el caso del ahorro, el dinero busca rentabilidades aceptables -hay quien se conforma con cobrar un buen dividendo año tras año- frente a la remuneración irrisoria que ofrecen la mayoría de los activos, pero la mayor parte del dinero que se mueve en la Bolsa procede del propio sistema financiero y de la especulación.La Bolsa ganaba hasta ayer un 42,08%, prácticamente lo mismo que en el ejercicio anterior, y lo ha hecho ayudada por los ajustes que han pactado los agentes sociales. Los salarios han subido lo justo y la rentabilidad del ahorro ha caído hasta niveles que en algunos casos llegan al 1%, en términos reales, mientras que los inversores han duplicado su capital en 15 meses.

Es obvio que el gobernador del Banco de España se refería a este proceso al hablar de Ilamaradas especulativas", con la moderación que le caracteriza cuando no se refiere a los salarios.

El proceso de convergencia de la economía española con los principales países de la Unión Europea ha traído consigo esos ajustes, y lo ha hecho en un momento en el que los mercados financieros cuentan con un potencial enorme.

Bolsa estrecha

La Bolsa española es estrecha, como bien reconoce el responsable del Banco de España, y el desequilibrio entre oferta y demanda es el causante real de la subida de las cotizaciones hasta los niveles actuales, mucho más que las expectativas que despierta la economía española. El mercado continuo español ha negociado en este año casi 10 billones de pesetas, de los que apenas un billón, el 10%, procede de los fondos de inversión, es decir, del ahorro estable, mientras que el resto es mercado puro.La Bolsa intentó ayer pasar por alto las declaraciones del gobernador del Banco de España, en las que decía que no son necesarias más bajadas de tipos debido al crecimiento de la economía española.

Esa alusión al posible efecto de un dinero más barato sobre la inflación (ahora que el consumo crece lo suficiente y que la inflación subyacente se resiste a bajar), unida a la referencia a la holgura monetaria y a su conexión directa con las subidas de las cotizaciones, recordó a algunos habituales del parqué las declaraciones del presidente de la Reserva Federal estadounidense, Alan Greenspan, cuando hablaba de "exuberancia irracional" en la Bolsa de EE UU.

Tal vez por eso, nadie hizo caso y el dinero siguió corriendo a raudales ayer por el mercado que, por novena vez en este año, superó los 200.000 millones de pesetas negociados en una sesión.Por mucho que se empeñe el responsable de la política monetaria, el proceso no es exclusivo del mercado español. Ayer la Bolsa de Madrid ocupaba el cuarto lugar entre las europeas en cuanto a la subida, por detrás de Milán (2,36%), Londres (1,44%) y Lisboa (1,16%) y en el conjunto del ejercicio sigue aferrada a la tercera plaza en la acumulación de ganancias, tras Milán y Lisboa.

[Wall Street, en una sesión de altibajo, tras llegar a perder 50 puntos cerró con un avance de 68,51 (0,78%). El índice Dow Jones quedó en 8.868,32 puntos].

El Tesoro público español también le dio la razón al banco emisor y la rentabilidad de las letras a un año y a 18 meses se situó por encima del 4%, con subidas de siete y cinco centésimas, respectivamente. La coyuntura no parece la mejor para los tipos de interés, puesto que los inversores en deuda empiezan a retirar beneficios convencidos de que resultará difícil que los tipos de interés a largo plazo caigan por debajo del 5%, al menos en los próximos meses.

El mercado empieza a tener en cuenta los pronósticos de los analistas, que apuntaban a esta recuperación de los tipos de interés después de una caída inicial. Los plazos estaban mal calculados, pero empieza a extenderse el convencimiento de que han acertado con el fondo de la cuestión.

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