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Entrevista:ANATOLI KÁRPOV | AJEDREZ

"Adoro la competición"

Leontxo García

, Es millonario y héroe nacional; ha ganado más de 100 torneos. Sus 46 años están repletos de grandes tensiones deportivas y políticas. Desde su dura infancia en una zona de los Urales afectada por la contaminación nuclear, la gloria y el sufrimiento se funden en la vida de Anatoli Yevguénevich Kárpov. Competir y ganar son para él alimentos vitales. Acaba de proclamarse campeón de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) por sexta vez. Está harto de que se hable tanto del cansancio de su rival, el indio Viswanathsn Anand.

Tras lograr su primera corona, en 1975, por incomparecencia de Bobby Fischer, Kárpov ganó casi todos los torneos que jugó durante 10 años y defendió el título contra el disidente Víktor Korchnoi en 1978 y 1981 en dos duelos muy escandalosos. Lo perdió ante Gari Kaspárov en 1985, y volvió a ser un campeón postizo en 1993, cuando Kaspárov se rebeló contra la FIDE. Un año más tarde, logró el mejor resultado de la historia en el torneo de Linares. Ahora, cuando su ocaso deportivo parecía evidente -5º del ranking mundial tras varios fracasos en en torneos- ha vuelto a triunfar.

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Pregunta. ¿Es uno de los mejores deportistas de todos los tiempos? Respuesta. Creo que sí. Soy profesional desde hace 28 años, he jugado y ganado más torneos que nadie, y deseo seguir haciéndolo.

P. ¿Qué le motiva para, seguir jugando siempre sin parar?

R. Adoro la competición. Necesito sentir constantemente esas descargas de adrenalina propias de los grandes torneos. Nunca he dejado de disfrutar del placer de competir, ni siquiera cuando perdí el título. Ahora mismo ya estoy pensando en el torneo de Wijk Aan Zee [Holanda], que voy a jugar en pocos días sin ninguna preparación específica.

P. Pero usted es hiperactivo. Además de competir, da abundantes exhibiciones, preside una fundación con fines humanitarios y viaja sin parar. Su rendimiento deportivo sería probablemente mejor con menos, ajetreo.

R. Es cierto, pero me gusta esa vida y no quiero cambiarla para ser una máquina de competir. Por ejemplo, estoy a purito de firmar un contrato con una empresa francesa para promover el ajedrez infantil. Necesito hacer esas cosas para sentirme bien.

P. La opinión casi unánime en Lausana es que Anand acusó mucho el cansancio acumulado durante un mes de competición mientras usted se entrenaba tranquilamente.

R. Estoy harto de oír que los errores de Anand se deben al cansancio mientras los de Kárpov son normales. Si un ajedrecista no puede soportar la tensión durante un mes debe cambiar de profesión. A lo largo de los últimos 20 años, he jugado varios duelos de dos y tres meses, incluso uno de cinco [contra Kaspárov, en 1,984, que fue cancelado sin vencedor]. En todos ellos, sólo se hablaba de cansancio a partir del segundo mes. En las eliminatorias de Groningen [Holanda], Anand sólo tuvo serios problemas contra Jálifman y Adams; ganó las demás con poco esfuerzo, incluyendo la de Shírov [español, 7º del mundo].

P: Pero este nuevo sistema es mucho más estresante.

R. Es verdad, pero insisto en que Anand no tuvo que jugar desempates en todas Ias rondas. Ciertamente, el hecho de que los encuentros sean mucho más cortos produce una enorme tensión, porque cualquier error puede ser decisivo. Ahí está la clave de mi triunfo, en soportar esa tensión. En la primera partida del desempate, arriesgué mucho cuando tenía un plan para mantener una pequeña ventaja. Anand logró una posición muy favorable pero se equivocó al calcular una variante de ocho jugadas, difícil incluso para una computadora. Entonces yo pude conformarme con el empate, pero seguí arriesgando. Por eso gané.

P. ¿Qué le falta a Anand para ser como usted y Kaspárov?

R. Un sistema nervioso más fuerte. Sus nervios sufrieron un enorme desgaste cuando tuvo que remontar el marcador dos veces y ganar necesariamente la última partida a ritmo normal para forzar el desempate; el titular de su periódico "Anand sale del ataúd" fue muy acertado. Y eso se notó cuando la tensión fue máxima.

P. La FIDE ha decidido que el campeón juegue el próximo Mundial desde la segunda ronda. ¿Lo hará usted?

R. Es pronto para hablar de eso. Ya veremos.

P. Samaranch pidió el viernes la unidad del ajedrez. Usted y Kaspárov estuvieron a punto de jugar un duelo el año pasado. ¿Por qué no fue posible?

R. Porque los constantes cambios de opinión y las manifestaciones agresivas de Kaspárov asustaron a los potenciales patrocinadores de Las Palmas, San Petersburgo y otras ciudades. Cuando él ganó el torneo de Las Palmas [diciembre de 1996], donde mi resultado fue malo, dijo que el duelo carecía de interés. Cuando perdió contra Deep Blue [mayo, 1997] reanudó las negociaciones porque necesitaba demostrar que Kaspárov es Kaspárov. Pero ya era tarde.

P. Varios jugadores de élite viven en España. ¿Ha pensado en ello?

R. Sí. De hecho, me entrené para este Mundial en Oropesa [Castellón] y Maspalomas [Gran Canaria]. Quiero dedicar este triunfo a las personas y organismos que me ayudaron durante la estancia en ambos sitios, y muy en especial a las autoridades de Gran Canaria, cuyas atenciones conmigo han sido innumerables. No descarto trasladar mi residencia permanente a España.

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Sobre la firma

Leontxo García
Periodista especializado en ajedrez, en EL PAÍS desde 1985. Ha dado conferencias (y formado a más de 30.000 maestros en ajedrez educativo) en 30 países. Autor de 'Ajedrez y ciencia, pasiones mezcladas'. Consejero de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) para ajedrez educativo. Medalla al Mérito Deportivo del Gobierno de España (2011).

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