Conmoción en Italia por la muerte de Giovanni Alberto Agnelli, el heredero del grupo Fiat
Víctima de un raro tumor canceroso, Giovanni Alberto Agnelli, de 33 años, heredero del grupo industrial italiano Fiat, falleció en la tarde de ayer en la mansión familiar de las afueras de Turín. Era una muerte anunciada tras la fallida operación de este verano en Estados Unidos, pero no por ello la noticia conmovió menos a un país que tiene en la dinastía Agnelli, el ejemplo más parecido de lo que puede ser una familia real. Los presidentes de ambas Cámaras del Parlamento, el presidente de la República, el primer ministro, los líderes de los principales partidos y los dirigentes de los más importantes sindicatos, toda la cúpula política y económica italiana, se apresuraron ayer a dejar constancia expresa de la pérdida.
El primer ministro italiano, Romano Prodi, mostró su condolencia desde Luxemburgo, en plena reunión europea. Walter Veltroni, vicepresidente del Gobierno, manifestó "su dolor" por la pérdida del heredero y sus palabras fueron un eco de las pronunciadas por la práctica totalidad de los líderes políticos. Tal es la fuerza de la dinastía Agnelli, integrada por más de 70 miembros, en una intrincada red de ramas familiares. Hijos, nietos, sobrinos de Giovanni Agnelli senior, histórico fundador de Fiat y de su esposa Clara Boselli, abuelos del Avvocato Giovanni (Gianni) y Umberto Agnelli. De todos los retoños de ese sólido tronco, Giovanni Alberto era en cierto modo el más importante.Hijo de Umberto Agnelli, -hermano del Avvocato y presidente honorario de Fiat, Gianni Agnelli-, y de Antonella Bechi Piaggio. Umberto tiene otros dos hijos, Andrea y Anna, nacidos de su matrimonio con Allegra Caracciolo. Giovanni Alberto había recibido la educación internacional que correponde al que había de ser heredero de la dinastía industrial más importante de Italia.
Educación en EE UU
Nacido en Milán, el 16 de abril de 1964, se había educado en Estados Unidos, como un heredero al máximo trono industrial italiano Había acudido primero al Colegio Militar de Chattanooga (Tennessee), y se había licenciado después en Economía en la Brown University de Providence (Rhode Island). A su regreso a Italia cumplió su servicio militar como paracaidista del cuerpo de carabineros.A comienzos de los años ochenta, el joven Giovanni Alberto inició de incógnito como obrero de la Comau, una fábrica del grupo, su primer contacto con el mundo laboral. Más tarde, en 1988, sería nombrado vicepresidente de Piaggio, la fábrica de las famosas Vespas. En 1993, con 28 años tomó las riendas de la empresa y se dispuso a aterrizar desde ella en la cabeza de Fiat. No tardaría mucho en ser nombrado oficialmente por el Avvocato Gianni Agnelli, heredero oficial.Giovanni Alberto, conocido como Giovannino, poseía el físico agradable de los Agnelli y estaba destinado a una vida de éxitos cuando hace ocho meses le golpeó una enfermedad mortal. En una entrevista al diario de los Agnelli, La Stampa de Turín, explicó los pormenores del raro tumor intestinal que le acaban de diagnosticar, en un último intento de evitar la curiosidad de la prensa.
Minuto de silencio en el fútbol
A su alcance estaba, eso sí, la más depurada tecnología científica de la medicina de EE UU. Sin embargo, su operación en Nueva York no fue un éxito; a su regreso en agosto pasado, se supo casi extraoficialmente que Giovannino estaba condenado. Para entonces estaba a punto de ser padre. Casado con la norteamericana, Avery Howe, su hija Virginia Asia apenas ha cumplido tres meses.Consciente de que su final era inminente, Giovanni Alberto Agnelli, fiel a la pasión futbolística de la familia, tuvo el valor de acudir al campo de la Juventus el pasado miércoles para ver jugar y vencer a su equipo. Fue, seguramente, su última e imprevista salida. La muerte le esperaba en el lujoso domicilio familiar. Los funerales del heredero de Fiat serán privados por deseo de la familia.
Todos los campos de fútbol italianos guardarán hoy un minuto de silencio por la muerte del príncipe de los Agnelli.
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