Protestas en dos barrios de Tetuán por el retraso en la adjudicación de pisos
Las asociaciones de vecinos de La Ventilla y de Valdeacederas se concentraron ayer por la mañana para quejarse de los incumplimientos cometidos en la reforma de Tetuán, una actuación urbanística que corre a cargo del Instituto de la Vivienda de Madrid (Ivima). La concentración tenía como prioridad informar a los vecinos de la actual marcha de la reforma de Tetuán, que supone el realojo de los vecinos de los barrios de Valdeacederas y La Ventilla en pisos construidos por el Ivima.Los vecinos de dichos barrios piden la adjudicación de las 290 viviendas ya terminadas en la avenida de Asturias y que se encuentran vacías desde el año 1995, la ejecución de las 267 viviendas previstas en el programa de 1996 y las 435 de 1997, así como que el Ivima invierta ya los 4.149 millones de pesetas que faltan por gastar de los presupuestos de 1997.
Los vecinos que participaron en la manifestación señalaron que deberían ser realojados inmediatamente en los pisos ya terminados "para evitar que suceda alguna desgracia". "Ahora vivimos en pisos que se están hundiendo", advirtieron.
"Hemos mandado varias quejas por escrito al Gobierno de la Comunidad y siempre nos remiten a la Consejería de Obras Públicas, donde tampoco nos dan solución a nuestros problemas", indicó el portavoz de la asociación de vecinos de La Ventilla, José Ramón Díaz.
Las asociaciones vecinales acordaron presentar el próximo jueves un nuevo escrito a la Comunidad de Madrid en el que solicitarán al presidente regional, Alberto Ruiz-Gallardón, que agilice la adjudicación.
Las viviendas de la avenida de Asturias están ubicadas en una zona aún sin terminar. De hecho, el Ayuntamiento decidió el pasado viernes adjudicar a la empresa Servicios y Construcciones las obras de construcción del tramo comprendido entre la calle de Sorolla y el paseo de la Dirección. Estos trabajos costarán 39 millones de pesetas. El coste total de la terminación de la avenida de Asturias asciende a casi 2.000 millones de pesetas, de los que el Ivima aporta más de 1.000 millones y el Ayuntamiento el resto.
