El Athletic destroza al Tenerife
Llevaba toda la semana Luis Fernández ejerciendo de prestidigitador especulando con el encuentro de Liga en función de la eliminatoria europea, amagando, con el descanso y las posibles reapariciones de Guerrero y Urzaiz. Una suerte que le convenía para forjar la incertidumbre que condujera a la emotividad. Y llegado el momento se sacó una alineación híbrida que parecía desatender la creatividad en el centro del campo y aportaba contundencia y kilogramos en ataque.Víctor Fernández, con el agua al cuello, apostaba de salida por los jugadores nacionales del Tenerife.
Pero el partido no respondía a estrategias de salón y en esto llegó Urzaiz y rompió la vajilla. El Tenerife, ligero de equipaje, se quedó sin, alma. Con Jokanovic falto de gasolina y Vivar Dorado confuso y anodino, el equipo se redujo al exclusivo argumento de P¡nilla, un futbolista que amargó en alguna medida el debú de Ferreira en su vieja casa.
El Athletic sacó fruto a su condición híbrida (mitad Tuerza, mitad técnica) y se hizo con el encuentro sin problema alguno. La incapacidad del rival para la presión le entregó el balón y el ritmo del juego. Y entonces creció Alkiza, permanentemente desatendido por los rivales y el Athletic dominó el contragolpe con una pasmosa facilidad para encarar a su rival en superioridad numérica. El gol determinante llegó precedido de un nuevo acto. de fortuna, al desviar la barrera el disparo flojo de Javi González. El Tenerife se rindió. SU pobreza de recursos tranquilizó al Athletic que rubricó su victoría con un gol espectacular de Larrainzar, que ilustró el encuentro.
