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Maradona: "No tengo más ganas de luchar"

Llovieron al fin las lágrimas de Maradona. Por teléfono, con la voz entrecortada, sin poder conténer el llanto, el jugador salió de su encierro de cuatro días para hablar en un programa de televisión durante ocho minutos de su desgarro de corazón. "No tengo más ganas de luchar, pero sí me gustaría que se haga justicia una vez en este país. Y que pueda decirles a todos los que ya me están dando por muerto, que ya demasiada cruz tengo por llevar esta adicción para que ellos me quieran lejos de una cancha de fútbol, donde yo soy feliz".En estado depresivo, bajo el efecto de sedantes, pero todavía orgulloso, Maradona pidió ayuda a su modo, aguantando el llanto: "A todos los que hablan hoy con mucha claridad, con desparpajo, por todos los canales de televisión y en radio, les digo que ójala nunca les toque un problema semejante a un hijo de ellos, a un hermano o a un amigo. Tengo muchas ganas de llorar porque veníamos muy bien. Muhos quieren darme un revólver para que me mate. Pero tengo una hija de diez años que, después de analizar las cosas, tiene que explicarle a la hermana. Los que me creyeron siempre, me creen ahora. Lo que pasa es que son muchas cosas como para que me crean otra vez".

Maradona intervino por teléfono en el programa de televisión Fenómeno real. En ese momento en el plató estaba Guillermo Coppola, apoderado, representante y amigo de Maradona, que le escuchaba también con los ojos llenos de lágrimas. Coppola había explicado ya cuál sería la estrategia para defender al jugador, al que se considera inocente y que se ha basado en principio en una campaña de prensa en la que se difunde la idea de que inhabilitarlo nuevamente para jugar es "una condena mortal". La mayoría de los periodistas, de los interesados en el negocio del fútbol y de los aficionados que se comunican con las emisoras de radio y televisión coinciden en que "habría que buscar una solución especial para un caso que es especial". Los abogados defensores del jugador tratarán también de invalidar el control antidopaje por "errores de procedimiento" y hasta ayer se mantenía la esperanza de que el análisis del segundo frasco de orina, que debe realizarse hoy, tuviera resultado negativo. Si la sustancia prohibida que se detectó en el primero fuera efectivamente un residuo de cocaína, el tribunal de disciplina de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), podría considerar como un atenuante la reconocida, aceptada y declarada adicción del jugador.

Las lágrimas de Maradona contribuyeron a consolidar el ambiente en la opinión pública para que se le permita seguir jugando, teniendo en cuenta además el tremendo esfuerzo físico que hizo en los entrenamientos previos. Queda por ver cómo se resuelve el problema legal. Por otra parte, los directivos admiten, en declaraciones fuera de registro, que "es muy peligroso para él dejarlo que siga jugando así". Y se preguntan por el fantasma tan temido: "¿Qué pasa si un día se muere en una cancha?, ¿quién será responsable?.

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