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TOUR DE FRANCIA 97

El Tour se ha vuelto plano

Zabel, descalificado en el 'sprint'- Zarrabeitia pierde minuto y medio por una caída

Luis Gómez

La monotonía es total y hasta las caídas aburren. El pelotón se ha parado. Sólo parece incentivarse cuando se escucha un derrumbe de bicicletas. Entonces, vuela para que la grieta se abra. El Telekom ha hecho mutis por el foro, el Cofidis está en todas las caídas y a la ONCE le llueven las malas noticias: ayer quedó descolgado Zarrabeitia, su mejor escalador, que perdió minuto y medio. Cierto hastío se apodera de los protagonistas: la espera se está haciendo demasiado larga. Y las preguntas se agotan.Tour ha cruzado Francia de norte a sur sin enseñar sus cartas. Nada se sabe de Riis desde hace unos días. Ullrich permanece en silencio detrás de una mirada inquietante. Olano se muestra asequible a todas las preguntas, tranquilo, aparentemente confiado. Sólo Jalabert está harto de hablar de de Zulle. En realidad, no hay debate porque no hay novedades. ¿Qué puede decir Olano sobre Riis. ahora mismo? ¿Qué referencias tienen de Virenque? La carrera se ha vuelto plana, como el perfil de cada: etapa.

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Sólo hay nervios por ir delante para. evitar la caída de cada día, pero los accidentes cada vez se acercan más a la cabeza del pelotón. Es un desplazamiento curioso del centro de gravedad del gran grupo, prueba evidente de que existe un desequilibro. Ayer se produjo una colisión que dejó reducido el grupo de cabeza a una treintena de corredores. Afectó en mayor medida a hombres como Gotti (esguince cervical), Berzin (fractura de clavícula) y el español Zarrabeitia, pero no cuentan para la general. En todo caso, el pelotón se acelera guiado por un impulso suicida. La tensión se palpa: los verdaderos aspirantes quieren verse las caras cuanto antes.

Hay demasiada energía sin explotar. No se sostiene a gusto un pelotón en el que casi permanecen en márgenes de tiempo muy pequeños 50 corredores, que creen firmemente poder llegar a vestir el maillot amarillo si la, suerte les resulta favorable; si se sigue el ejemplo de Cedric Vasseur, el actual líder 50 hombres con derecho a sonar cada noche antes de que llegue uno de esos días en los que pasas a engrosar la líneas que nadie lee de la general, En ese momento, eres parte del censo, pero no eres. mucho más; estás en la carrera, pero sólo a ritmo de jornada laboral. Te das cuenta de la realidad, te relajas. Y dejas pasar al que tiene más prisa que tú.

Monótona fue la etapa. La gente intenta la escapada y la capturan en un santiamén, obra del perfeccionamiento técnico con que se maneja un pelotón moderno. Es una mezcla de aritmética y física: se suman unos cuantos esfuerzos, se establecen los correspondientes relevos, y el pelotón se convierte en un vehículo con una terrible capacidad de aceleración . Máxime ahora que nadie está dispuesto a ceder. Incluso si el Telekom ha decidido no echarse a las espaldas el control de la carrera. Da lo mismo, todo es plano. Al final espera el inevitable sprint.

Y al sprint se llegó aunque resultó conflictivo. Ganó Zabel, pero fue descalificado, al igual que Steels, expulsado de la carrera por comportamiento violento. La etapa fue para Blijlevens, que siempre puntúa en un Tour. Simplemente porque sabe esperar su turno. Hoy les espera otra llanura camino de Burdeos. La monotonía se ha instalado en el Tour: la misma res" puesta para todas las preguntas.

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