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El PP y el PSOE se cruzan acusaciones de "amiguismo"

Las acusaciones de "amiguismo" fiscal resonaron ayer con dureza en el Congreso. Lo que se presentaba como un debate técnico, e incluso tedioso, resultó en un duro enfrentamiento, con vítores, aplausos y bronca monumental. El escándalo de los expedientes de Hacienda y la memoria del fustrado catastrazo crearon el ambiente propicio.El portavoz del PSOE en este trámite, Jesús Caldera, dijo que la reforma en la valoración catastral "no respeta la autonomía financiera de los ayuntamientos, ignora el diálogo, relega al Parlamento a un papel de comparsa, ataca la Constitución, permite que pague menos quien más tiene y responde a una decisión clientelar de ayuda a los amigos del PP".

Caldera aseguró al respecto que la reforma beneficiará más a los vecinos del barrio de Salamanca y Chamartín que a los de Vallecas y Vicálvaro, ambos en Madrid. El portavoz socialista adornó esta comparación con insinuaciones muy claras respecto a dónde estan los ricos de Madrid y el voto del PP y dónde los pobres y el voto del PSOE.

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Al ser Salamanca y Chamartín barrios más antiguos y de clase media-alta la actualización de los valores será más elevada que en Vallecas y Vicálvaro. Por tanto, según Caldera la dosificación del impuesto beneficia más a los primeros porque es mayor la cantidad que aplazan.

"En términos políticos"

El vicepresidente segundo y ministro de Economía, Rordigo Rato, contestó a Caldera lo siguiente: "No me hable usted de amigos. Mis amigos, en términos políticos, pagan impuestos, los suyos no; a mis amigos no les prescriben las deudas tributarlas, a los suyos sí... Con sus amigos, en términos políticos, no queremos que se nos confunda nunca".

"Deje usted de hablar de los 600 expedientes", le respondió Caldera. "Usted no ha tenido ni siquiera capacidad para reunir la documentación que se les ha pedido al respecto. No siga desarrollando una patraña en la que ya nadie cree", concluyó Caldera.

La carga de profundidad la puso el diputado de CiU, Francesc Homs con una advertencia tajante al Gobierno. Homs expresó su temor a que los nuevos valores catastrales impliquen subidas en otros impuestos, como el de renta. "Las clases medias no soportan un nuevo aumento de la presión fiscal. España no puede subir los impuestos cuando Europa los está bajando. Nosotros no lo vamos a tolerar", concluyó Homs.

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