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El sector olivarero pretende que Bruselas conceda 60.000 millones más en ayudas

El sector olivarero español se enfrenta abiertamente al comisario de Agricultura, Franz Fischler, por la propuesta de reforma del sector del aceite de oliva que éste defiende. España pide ayudas por producción real, lo que supondría recibir en tomo a 185.000 millones, y rechaza la propuesta de Bruselas para modificar la actual Organización Común de Mercado (OCM). Fischler, que ayer se entrevistó con el rey Juan Carlos, apuesta por una ayuda por árbol según los datos que tiene Bruselas (166 millones olivos), lo que las limitaría a 125.000 millones al año. El sector, que cifra en 215 millones los olivos, defiende como mal menor la ayuda actual y pide que se elimine el fraude en algunos países como Italia e incluso España.

La reforma de la OCM del aceite de oliva que plantea el comisario Fischler ha generado virulentas reacciones en el sector español, que ha aprovechado las visita de éste para hacerle propuestas alternativas. Las organizaciones agrarias pidieron incluso al Rey Juan Carlos que exigiese al comisario que cambie sus planes. Estas organizaciones y los partidos políticos, sin excepción, rechazan la propuesta de Fischler, como se vio en las conclusiones de la Mesa para la Defensa del Aceite de Oliva, reunida ayer y hoy en Jaén.La Mesa considera que la solución correcta, tanto para los intereses de España como de la propia Comisión, sería aparcar este proyecto de reforma y construir la misma cuando se hayan clarificado las cifras de producción.

Actualmente y, tras casi un año de peleas del sector olivarero y la Administración en Bruselas, el comisario tiene sobre la mesa un documento con dos opciones de reforma. El problema es que, en cualquier caso, la reforma se debe hacer sobre un reparto de 2.000 millones de ecus para todo el olivar comunitario (unos 330.000 millones de pesetas), ni uno más. El tope de producción fijado para ayuda es de 1.350.000 toneladas. Pasada esa cifra, la UE impone penalizaciones tanto a la ayuda como al precio.

Datos dispares

La opción que defiende el comisario -la conocida como B-consiste en una ayuda por árbol existente en cada país en función de sus rendimientos y a razón de unas 750 pesetas de media por unidad. Con esta opción, que sería fija anualmente, España percibiria unos 125.000 millones de pesetas de ayudas ya que Bruselas considera que existen 166 millones de árboles.España, sin embargo, argumenta que ese dato es viejo y que, según -datos del catastro olivarero, hay 215 millones de olivos. Cifra que en este momento podría acercarse a los 250 millones, dado que en los últimos años se han plantado nuevas superficies. Esta última cantidad de árboles equivaldría a unos 185.000 millones de ayudas y si se limita a los datos del catastro la subvención sería de 161.000 millones. Esta opción -sólo 166 millones reconocidos- plantearía para España un grave problema a la hora de repartir una cantidad en un sector con miles de nuevas hectáreas. La solución no está en arrancar, cosa que nadie ha propuesto, si no en repartir entre los productores.

La otra opción, que es la que se aplica en la actualidad, plantea el pago de las ayudas por aceite producido, a razón de 240 pesetas por kilogramo. Esta vía es la que defiende España, aunque se enfrenta a las oscilaciones de la producción. El año pasado, por ejemplo, recibió en tomo a 110.000 millones y este año se acercaría a 130.000. El sector reclama, por ello, modificaciones como que la cuota de producción comunitaria sin penalización pase de 1.350.000 a 1.550.000 toneladas.

También pide que se eliminen las ayudas al pequeño productor (menos de 500 kilos de aceite), porque así se evitaría el fraude interno. Esta petición ya ha sido asumida por Bruselas. España solicita, asimismo, que se mantenga la política de intervención de compra, que no se mezcle con aceite de semillas y el aumento de ayuda al consumo.

España, a su vez, rechaza que se haga una distribución de cuotas por países tomando datos históricos. Primero, porque la actual producción española y la prevista para los próximos años, no va a ser una media de 560.000 toneladas, sino que previsiblemente llegue a más de 800.000 toneladas con derecho a ayuda. Teniendo en cuenta la ayuda 240 pesetas kilo, ésta se elevaría a más de 180.000 millones de pesetas frente a los 138.000 que recibe actualmente. Segundo, porque no es admisible que se fije una cuota para Italia en base a sus producciones históricas construidas sobre datos inexactos, cuando su producción es muy inferior. Sería dar ya un dumping a ese país.

La ministra de Agricultura, Loyola de Palacio -en lo que coincide con el ex ministro socialista Luis Atienza-, señala que la mejor reforma para España es la que no se lleve a cabo bajo los criterios actuales. Ayer, De Palacio se mostró confiada en que el comisario entendería la postura española cuando conozca sobre el terreno la realidad del sector. Fischler visita hoy Jaén y Córdoba y luego se entrevistará con representantes de partidos políticos y la Mesa del olivar.

Para el secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores, Fernando Moraleda, si no se clarifica el sector y se reconoce la realidad actual del olivar en España, la reforma planteada por Fischler, tanto si la ayuda es por árbol como por producción, es claramente negativa.

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