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Dinero para 1.500 cenas

Parte del quinto premio de la lotería se reparte en un centro de jubilados de Entrevías

La fortuna decidió dividirse en Entrevías en más de 1.500 pedacitos. Por eso, de los 20 billetes que la administración La Fuencisla, situada en el número 81 de la calle Carlos Martín Alvarez, vendió del número 25.430 -agraciado con el quinto premio de la Lotería-, 12 fueron a parar a las manos de los socios de un centro de jubilados de este barrio obrero. La directiva del centro, con los 12 billetes en la mano, decidió regalarlos entre sus 1.500 socios en participaciones de 200 pesetas. Resultado final: 48.000 pesetas de premio a cada anciano."Pues eso da para una buena cena con la familia el día de Nochebuena", relataba Donato Barrera, de 66 años, abuelo de 16 criaturas, mientras echaba una partida de mus. Su compañero de juego, José Rubiano, de 82 años y con 12 nietos a sus espaldas, creía que el dinero de la Lotería le iba a dar para una cena con la familia, "algo de Reyes y alguna buena botellita". Entre tanto, los agraciados brindaban con sidra y se dejaban fotografiar para la prensa: "Nosotros también nos merecemos una retrataura", decía uno de los pensionistas.

En la mano llevaba Enrique de Juan, soltero de 59 años, un décimo completo, por el que recibirá 750.000 pesetas. "Nada, para pasar unas buenas navidades y para ver si cae una novia", decía entre bromas y risas. "Ricos no somos, pero en Nochebuena vamos a cenar bien", aseguraba Felipe Moreno, jubilado de 62 años.

Pero los ancianos de este centro no fueron los únicos agraciados de Entrevías. Un chavalín, José, de ocho años, cuya madre había comprado un décimo del número premiado, se encontraba ayer en la puerta de la administración donde se había vendido el número. Y le preguntaba a su hermano: "¿Tú crees qué con 750.000 pesetas podremos comprarnos una casa más grande?". Otro chico se asomó -a la puerta de la administración, a la que ya le han caído varios gordos, y le preguntó a la lotera, Angeles Peña: "¿Con un décimo cuánto me toca?". "750.000 pesetas", respondió la vendedora. Y salió corriendo. "Seguro que es uno de los agraciados", pensaron todos en voz alta.

En Alcalá de Henares(163.000 habitantes) muchos estaban seguros de que tocaría algún pellizco del sorteo de Navidad. Creían que la suerte compensaría así a los vecinos por el brote de legionella del pasado otoño, informa Arantxa G. de Sola.

Y tenían razón. En este municipio cayó parte - de este quinto premio. Se vendió en la administración número 12, que regenta Felipe Vaquerizo en el barrio del Chorrillo, una de las zonas afectadas por el brote.

Vaquerizo aseguró que el premio, del que el mismo sábado vendió el último décimo, estaba muy repartido por el barrio y que la suerte no es justiciera. "Pensar que debe haber una catástrofe para que toque la Lotería es una tontería", remató el lotero.

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