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Solfeo por las buenas

El histórico Taller de Músicos reabre suspuertas tras dos años de paro forzoso

Decir Taller de Músicos equivale a hablar de formación musical alternativa y de sistemas docentes rigurosos, pero alejados de la rigidez conceptual de los conservatorios tradicionales. La histórica escuela madrileña, obligada a cerrar su entrañable local de la calle del Almendro en octubre de 1994 por rebuscadas tramas legales, reinicia ahora sus actividades en una nueva sede compartida con otro centro de enseñanza de la música clásica, Maese Pedro.

Las ilusiones se, mantienen en todo lo alto y los proyectos a desarrollar en esta andadura recién iniciada se acumulan. De momento, su director, Fernando Hernández Les, espera a finales de este mes al extraordinario pianista Barry Harris para que retome aquellos emblemáticos seminarios que empezó a impartir en 1987. Han adoptado el método Suzuki y han incorporado la enseñanza infantil.

"Todo empezó en 1979 en Barcelona", recuerda Hernández Les, "se percibía en el ambiente la necesidad de crear una escuela dirigida a satisfacer la demanda creciente de formación en jazz y otras músicas improvisadas. En 1980 convocamos el Primer Seminario Internacional de Jazz con el trompetista Thad Jones para adaptar los sistemas pedagógicos de las escuelas de jazz norteamericanas a la mentalidad española. La iniciativa cuajó y en el verano de 1985 se me ocurrió que podría funcionar también en Madrid".

La sucursal madrileña se inauguró en enero de 1986, y poco después era toda una institución en torno a la cual se aglutinaban músicos con intereses diversos. En el cuadro de profesores figuraban profesionales capaces de transmitir la experiencia del trabajo diario; en este aspecto, la labor del añorado contrabajista David Thomas tuvo especial significado como catalizador de grupos de trabajo siempre receptivo a los alumnos inquietos."Se trataba de favorecer el desarrollo de las cualidades personales", continúa Hernández Les, "pero de poco sirve una escuela si después no hay oportunidades de desarrollar lo aprendido".

Nulo reconocimiento

"El eterno problema con el que hemos topado es la falta de locales y el nulo reconocimiento oficial. Es lógico que en estas condiciones algunos alumnos se desmotiven y abandonen", dice. En la nueva plantilla de docentes abundan los nombres de peso de la escena cubana y latina en general.

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Por otra parte, se anuncia la puesta en marcha de una orquesta formada sólo por alumnos y una coral dedicada a la música tradicional negra. "Todo con tal de crear un verdadero ambiente de escuela", concluye Hernández Les.

Taller de Músicos. Sagasta, 31. Información en el teléfono 447 53 83.

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