"No somos nosotros los que estamos sacando temas como el GAL"

Ha cumplido 38 años. Está casado y tiene dos hijos. Es abogado y fue alcalde de Ávila. Ángel Acebes sigue los pasos a José María Aznar desde hace 11 años, cuando le preparó parte de su programa en su primera comparecencia como diputado por esa provincia. Fue portavoz del PP en el Senado y ahora, como coordinador general, es la cara de una organización, con 540.000 afiliados, que se ha quedado huérfana de dirigentes tras llegar el PP al Gobierno.Pregunta. Cuando tomó posesión del cargo, se puso como primer reto los congresos que acaban de celebrarse. ¿Cómo ha salido de ese envite? ¿Esperaba más conflictos?

Respuesta. El que ha salido muy bien es el partido. Han sido unos congresos que han demostrado la enorme unidad, la fortaleza y la ilusión del partido con dos características comunes: profundizar en el concepto y la idea del gran partido de centro y el apoyo al Gobierno, que está cumpliendo el programa con el que comparecimos a las elecciones. El resultado ha sido muy positivo. No esperábamos que fuese un proceso congresual especialmente conflictivo.

P. ¿Ha notado algún conato de rebelión ante alguna de sus decisiones en barones u otros miembros de la dirección del PP?

R. No; afortunadamente, no. Pero supongo que esto tiene mucho que ver con que en el partido las decisiones se toman desde el diálogo y el acuerdo y no desde la imposición.

P. Cuando haya cumplido ya las funciones para las que ha sido nombrado, ¿le parecería normal que el que le propuso no le explicase en persona las razones de su marcha?

R. [Largo silencio.] En política se está para colaborar en un proyecto común desde allí donde puedas ser más útil en cada momento. Unas veces, en mi caso, me ha tocado como portavoz de la oposición en el ayuntamiento; luego, como alcalde; después, como portavoz en el Senado, y ahora, como coordinador. Se ha creído que podía aportar algo en cada puesto y lo he hecho sin tener que pedir explicaciones ni antes ni después.

P. ¿Son Aleix Vidal-Quadras, Luis Ramallo y Rogelio Baón símbolos de rebeldía, de espíritu crítico, de inoportunidad o de un partido de derechas ya superado por los compromisos de centro?

R. Son todos ellos compañeros del partido. En el PP no hay ningún tipo de división. Puede haber, como es lógico en cualquier organización, personas que manifiesten sus propias opiniones en un momento determinado, porque se pueden exponer con libertad.

P. ¿La denominada vieja guardia del PP es la derecha de un partido de centro?

R. Que el PP es de centro lo comparten los afiliados y militantes de modo unánime. Así se ha demostrado en los órganos del partido cuando se ha expuesto, hace bien poco, en un congreso nacional y ahora se ha reiterado en los regionales.

P. ¿Cuánta vieja guardia queda en el PP? ¿O ya está toda en las empresas públicas?

R. Yo no creo que haya vieja guardia. Hay gente con mucho trabajo y muchos años de dedicación y de esfuerzo al partido que lo que merece son unos calificativos mucho más honrosos.

P. Al principio, se pensó que usted podía ser un mero delegado de José María Aznar y Francisco Álvarez Cascos en el partido. ¿Ha sido así o ha tenido más competencias de las deseadas?

R. Trabajo ha habido mucho, eso es cierto. Y, además, teniendo por delante el proceso de los congresos. Pero, tal y como se había anunciado, tanto el presidente como el secretario general siguen ocupándose de sus responsabilidades dentro del partido. El presidente no ha delegado ninguna de sus funciones. Y el secretario general, igual. El despacho es continuo.

P. ¿Está en la dirección del PP el recambio de Aznar?

R. El liderazgo de Aznar es indiscutido e indiscutible. Es una cuestión que no está planteada.

P. Usted dijo, cuando el PP consiguió crear una comisión para investigar el caso GAL en el Senado: "Nadie entendería que el presidente del Gobierno no cuente lo que sabe", en referencia a Felipe González. ¿Cómo explica la posición actual de Aznar?

R. Yo siempre dije algo que, afortunadamente, puedo seguir manteniendo. Pretendíamos establecer allí las responsabilidades políticas del Gobierno y de su presidente.

P. También se ha oído en su boca: "No queremos linchar ni a Felipe ni a nadie". ¿Cómo entiende la arremetida en Mérida de Álvarez Cascos?

R. Las declaraciones del secretario general del PP no significan ninguna persecución ni linchamiento hacia Felipe González. Es exclusivamente la respuesta política ante unas afirmaciones graves que había hecho el ex presidente del Gobierno.

P. Si las responsabilidades políticas sobre el caso GAL ya se dirimieron en las elecciones, ¿por qué las periódicas amenazas de Aznar o Álvarez Cascos hacia González de que tenga cuidado al hablar del asunto?

R. No hay ningún tipo de amenaza. Hay que recordar que si se habló el otro día de eso en el Congreso no fue por una iniciativa del PP o del Gobierno. No somos nosotros los que estamos sacando esos temas. Es Felipe González el que minimizó los 28 muertos derivados del caso GAL y el PSOE el que preguntó.