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Prosinecki y Nadal siguen en el Barcelona

La situación de incertidumbre creada por los fallidos intentos de fichajes y traspasos por parte de la directiva del FC Barcelona durante la última semana ha generado malestar en el vestuario del Camp Nou. José Mari Bakero se convirtió ayer en portavoz de la plantilla e instó a la directiva a asumir la cota de responsabilidad que le corresponde por imposibilitar la tranquilidad que el equipo necesita a dos días del primer partido de Liga. Hasta última hora de ayer el Sevilla y el Barcelona siguieron negociando por el infructuoso traspaso de Nadal, aunque el caso del croata Robert Prosinecki quedó definitivamente sin acuerdo a las tres de la madrugada de ayer.González de Caldas, presidente del Sevilla, explicó ayer en la asamblea de socios de su club que el Barcelona exigía una opción por el argentino Almeyda para la próxima temporada a cambio de facilitar el traspaso de Nadal. Pero añadió que el club sevillista no estaba dispuesto a ello. La directiva del Barça embarulló los traspasos de Nadal y de Prosinecki. Según un portavoz azulgrana, el Sevilla se negó a negociar el traspaso de Prosinecki separado del de Nadal, y al final el acuerdo fue imposible. De Caldas anunció que pedirá una moratoria a la federación para insistir por Nadal.

Esas situaciones y la provocada por el último intento de fichar al nigeriano Amunike el jueves por la tarde han creado inestabilidad en el vestuario y varios jugadores se pronunciaron ayer a este respecto. Bakero no se andó por las ramas y afirmó su creencia de que el capítulo de altas y bajas de la plantilla debería estar cerrado mucho antes del comienzo de la Liga: el Barça viajará a Oviedo hoy y debutará mañana. El capitán azulgrana calificó de "anormal" esta situación.

"No es normal que el Barça haga estas cosas cuando sólo faltan 48 horas para iniciar la competición", señaló Bakero. "Estas situaciones no ayudan a mantener la tranquilidad en la plantilla ni a que esté centrada. Estamos en una Liga en la que cada año cuesta más ganar. Pero somos profesionales y debemos estar por encima de estas cosas".

Bakero expuso, sin embargo, que los jugadores no deben inmiscuirse en las decisiones de la directiva, aunque puntualizó: "Intentaremos ayudar a Nadal y Prosinecki, pero la directiva tendrá que asumir la responsabilidad de las situaciones por las que han pasado nuestros compañeros. Los directivos sabrán si obran correctamente".

El defensa Albert Ferrer se sumó a la opinión de Bakero. Calificó de situación "ilógica" los asuntos de Nadal y Prosinecki. "Son temas muy personales y no debemos entrar en valoraciones", dijo. "Estas situaciones no favorecen a nadie, y mucho menos a los interesados".

Prosinecki y Nadal se entrenaron ayer con el resto de la plantilla como si nada hubiera sucedido. Nadal, sin embargo, llegó con media hora de retraso al ensayo. El entrenador Bobby Robson, un maniático de la puntualidad, recriminó al jugador mallorquín su indisciplina.

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