La guerra vuelve a Tayikistán pese al alto el fuego firmado en julio
La guerra en la República centroasiática de Tayikistán volvió por sus fueros el pasado fin de semana, a pesar del alto el fuego firmado en julio entre el Gobierno de Dushambé y las fuerzas rebeldes islamistas. La estratégica ciudad de Tavildará cayó en manos de la oposición radical musulmana después de varios días de sangrientos enfrentamientos en la zona.El Gobierno reconoció indirectamente la pérdida de la ciudad al informar sobre los combates y decir que sus soldados controlan las alturas de los alrededores de Tavildará, 200 kilómetros al este de la capital.
La guerra civil de 1992 terminó en Tayikistán con la victoria de los filocomunistas, apoyados por Moscú, sobre los islamistas y los demócratas. Pero este triunfo no fue definitivo y los combates han continuado los últimos cuatro años.
El Gobierno de Dushambé prácticamente no controla los territorios ubicados al este de Tavildará, incluida la provincia autónoma del Alto Badajshán. La guerra civil ha causado decenas de miles de muertos y ha obligado a huir, principalmente a Afganistán y a Rusia, a centenares de miles de civiles.
El Gobierno presentó ayer una protesta al representante de la ONU en Tayikistán, Gerd Merrem, por la violación del alto el fuego firmado por los islamistas el mes pasado, con la mediación de Naciones Unidas, en Ashgavat, capital de la vecina República de Turkmenistán.
Por otra parte, los siete aviadores rusos mantenidos como rehenes por la guerrilla afgana Talibán estaba previsto que volasen ayer a Rusia tras ser entregados al viceprimer ministro ruso Vitali Ignatenko por los Emiratos Árabes Unidos.
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