_
_
_
_
_

Obrascon admite que también pagó una falsa vigilancia en Leizarán

José Luis García Villalba, consejero delegado y vicepresidente de la constructora Obrascon, confirmó ayer ante el Juzgado de Instrucción número 1 de Pamplona que las adjudicatarias de la autovía a San Sebastián pagaron cantidades millonarias por el supuesto concepto de contravigilancia antiterrorista antes de que les fueran adjudicadas las obras y mucho antes de que ETA amenazara el proyecto.García Villalba ratificó las palabras pronunciadas el pasado martes por Enrique Aldama, presidente de la constructora Lain, quien reconoció ante la juez que el 27 de julio de 1989, un día antes de que el entonces Gobierno socialista navarro, presidido por Gabriel Urralburu, les adjudicase dos tramos de la autovía, libró 14 cheques de un millón de pesetas cada uno para pagar una vigilancia privada contra ETA que nunca supo si se prestó.

El juzgado de Pamplona que investiga la trama navarra del caso Roldán recordó ayer al vicepresidente de Obrascon que la constructora pagó 95.567.000 pesetas, que revirtieron en el patrimonio de los encausados en este proceso (Gabriel Urralburu, Antonio Aragón, Jorge Esparza y Luis Roldán) mediante cheques conseguidos pagando facturas a las sociedades Empresa Jurídico Comercial, Alcoholes Industriales, y Proyecciones y Proyectos, SL.

Seguridad previa

Al igual que Aldama, García Villalba negó haber pagado comisiones, pero el juzgado le mostró algunos de esos cheques, librados el día 20 de julio de 1989, es decir, una semana antes de que las obras de la autovía le fueran adjudicadas. García Villalba le dijo ayer a la juez Marisol Alejandre que la unión temporal de empresas compuesta por Lain y Obrascon "ya tenía seguridad de que iban a resultar adjudicatarias" antes de que el propio Gobierno lo decidiese.El consejero delegado de Obrascon añadió que antes del inicio oficial de la obra comenzaron a pagar dinero en concepto de contravigilancia, tal y como se les sugirió a las empresas Lain, Obrascon y Cubiertas y MZOV tras una serie de reuniones celebradas en el Ministerio del Interior a raíz del clima de amenazas que comenzaba a rodear la obra.

García Villalba reconoció ayer que "nunca percibió que esa vigilancia se le estaba prestando" y dijo estar "defraudado", aunque negó que Luis Roldán o alguien en su nombre le hubiera pedido dinero. A preguntas de los abogados de la acusación particular, aseguró que entregó las cantidades a personas no identificadas "porque tenía miedo".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_