Aznar y Suárez almuerzan con González en La Moncloa

Un presidente del Gobierno en funciones, un ex presidente y el futuro jefe del Ejecutivo se reunieron ayer por primera vez para intercambiar opiniones y reflexiones, sin objetivos concretos. Felipe González, Adolfo Suárez y José María Aznar almorzaron en el palacio de La Moncloa a iniciativa del primero. En la última conversación telefónica entre González y Aznar, el líder socialista le sugirió la idea de esa reunión, a lo que el presidente del PP respondió inmediatamente que le parecía muy bien. La idea es mantener estas reuniones de manera periódica, con independencia de la coyuntura política y de los previsibles enfrentamientos que tengan Aznar y González cuando eche a andar la legislatura.Las fuentes informantes quisieron deslindar de forma absoluta las negociaciones que el Partido Popular mantiene con los nacionalistas para formar un Gobierno estable de la reunión que ayer celebraron su presidente, José María Aznar, con González y Suárez. El único objetivo que animó a los tres comensales fue el de establecer relaciones institucionales con naturalidad entre quienes han tenido, tienen y tendrán responsabilidades gubernamentales.

Lo cierto es que González se reúne periódicamente con Suárez y, a su vez, el político centrista lo suele hacer con Aznar, por lo que a los tres les ha parecido bien intercambiar opiniones juntos y, si es posible, alcanzar cierto grado de cordialidad. Por el momento, el desafecto personal lo mantienen González y Aznar, ya que Suárez se lleva bien con Aznar y tiene un especial afecto por el líder socialista. Está por ver si la barrera de la incomunicación entre los líderes del PSOE y el PP llega a romperse. La prueba definitiva será comprobar si en el futuro se reúnen más de lo que hasta ahora lo han hecho.

Como en otras muchas cosas, la experiencia de Suárez puede serle útil a Aznar. A pesar de la dureza de los socialistas en su oposición hacia Suárez, éste nunca rompió el hilo de la comunicación con González como representante del primer partido de la oposición. El líder socialista acudía a la Moncloa con cierta frecuencia.

Mientras los tres políticos hablaban ayer de España y sus problemas, las negociaciones entre el Partido Popular y los nacionalistas seguían en un punto muerto o, al menos, eso es lo que dicen los representantes del partido de Jordi Pujol.

El pacto de González

Felipe González, como ya hizo en otra ocasión, revivió para Aznar, en términos muy genéricos, su experiencia de 1993, cuando tuvo que negociar con los nacionalistas un acuerdo para su investidura.

Durante los primeros días, González repetía una y otra vez que la situación más estable sería formar un Gobierno de coalición. Ante las objeciones de CiU, González miraba para otra lado y seguía diciendo que todo iba por buen camino. En ese sentido, la historia se repite, ya que los populares también hacen oídos sordos a los resquemores públicos de los nacionalistas. González se conformó posteriormente con un pacto de legislatura, que tampoco fue posible. Al final, consiguió, en esa negociación inmediata a las elecciones, los votos suficientes para ser elegido presidente en primera votación. Algo que también conseguirá seguramente José María Aznar.