"Uniré a Kaspárov y Kárpov"
Florencio Campomanes tiene un sucesor de aúpa. El nuevo Papa del ajedrez es el ruso Kirsán lliumyínov, de 33 años, millonario, budista, diplomático de carrera, presidente de la República autónoma de Kalinikia (entre los mares Caspio y Negro, cerca de Chechenia) y asesor de Borís Yeltsin. Se define como "un dictador contra los criminales y un demócrata con los ciudadanos de bien". El nuevo presidente de la Federación Internacional (FIDE), que agrupa a 155 países, tiene un objetivo muy ambicioso: unir a Gari Kaspárov y Anatoli Kárpov. Su método: "compartir con ambos un cordero a la kalmikia y un litro de vodka".En 1988, lliumyínov fue expulsado del PCUS y encarcelado por el KGB bajo la acusación de ser un espía de los afganos rusos y de ser un alcohólico. Ocho meses después fue liberado, tras demostrar que era inocente de ambos cargos; entonces comenzó sus negocios con empresas japonesas y rusas. Fue elegido presidente de Kalinikia en 1993 -donde el ajedrez es una asignatura obligatoria- y reelegido hace cuatro meses hasta el 2002. Asegura que ha terminado con la mafia y el crimen en Kalinikia, y que sólo duerme cuatro horas diarias "de lunes a dorningo, sin vacaciones".
Pregunta. Nadie ha logrado lo que usted pretende.
Respuesta. Yo lo haré. He garantizado 5 millones de dólares (625 millones de pesetas) en premios para un nuevo Mundial anual por eliminatorias en Navidad. Samaranch apoya la idea y ya tengo varios patrocinadores interesados. El eco de esa noticia ha eclipsado la guerra entre Kaspárov y Kárpov. Si no quieren jugar, es su problema. Pero yo me sentaré con ellos para hablar sin tensiones, y les convenceré de que su guerra no sirve para nada. Como decimos en Rusia, una mirada a los ojos vale más que cien palabras. Son dos grandes campeones y deben estar unidos en la familia de la FIDE. Por, cierto, he propuesto la misma idea a Gorbachov y Yeltsin.
P. También quiere que Bobby Fischer vuelva a jugar.
R. Sí. Le visité en Budapest, le ofrecí un terreno en Kalmikia para que se instale allí, le dí 100.000 dólares (12,5 millones) para resolver su problema con una editorial rusa [referente a los derechos de autor de un libro] y estamos en buena sintonía. De momento, debo ser discreto en cuanto a los detalles del proyecto, relacionado con mi pretensión de convertir a Kalmikia en la nueva meca del ajedrez.
P. ¿Por qué quiere usted dirigir un deporte lleno de escándalos y cismas?
R. Porque amo el ajedrez, que siempre ha formado parte de mi vida. Campomanes me invitó a la Asamblea de la FIDE en París para hablar sobre la Olimpiada de ajedrez de 1998 en Kalinikia. Vi la guerra que había entre dos bandos liderados por Kaspárov y Kárpov. Pensé que eso era una locura y que, si he arreglado la situación de mi república, puedo hacer lo mismo en la FIDE.
P. ¿Cómo se las arregla para hacer compatibles tantos cargos?
R. Desde hace 10 años, me acuesto todos los días a las tres y me levanto a las siete. Por termino medio, dedico una semana a mi cargo de presidenté de Kalmikia, otra a mi labor como parlamentario en Moscú y la siguiente voy a Lausana para gestionar la FIDE.
P. Se ha dicho de usted que es partidario de la poligamia.
R. No. Fue una broma que le gasté a una periodista cuando me preguntó cómo iba a incrementar la población de Kalinikia [400.000 habitantes]. Ahora, mucha gente me pregunta cuándo voy a instaurar la poligamia porque están muy interesados en ir a Kalinikia.
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