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Cuarenta jovenes limpian las orillas del Guadarrama en Galapagar

Manos unidas contra la suciedad y la contaminación de los ríos. Cuarenta jóvenes limpiaron ayer la oleada de residuos no biodegradables -latas, plásticos, neumáticos y hasta lavadoras- que hay acumulada a las orillas del río Guadarrama a su paso por el término municipal de Galapagar (15.434 habitantes). Los excursionistas hacen caso omiso de los carteles que prohiben arrojar basuras.

Las riadas limpian lecho del río, pero ensucian la ribera. Arrastran todo lo que se les cruza por su camino. Así, las orillas del río Guadarrama, antaño limpias, mostraban ayer una imagen muy deteriorada. Infinidad de bolsas y cubos de plástico, papeles, latas oxidadas de todos los tamaños y hasta lavadoras y neumáticos viejos salían ayer de entre los arbustos de la orilla. Los 40 jóvenes que fueron ayer a limpiar el Guadarrama no daban abasto a pesar de su esfuerzo."La gente no se preocupa de recoger la basura cuando viene a pasar el día en el campo. Son unos cerdos", comentaba ayer -un chico venido de El Escorial para limpiar. Sonia Alegre, monitora de medio ambiente en el centro de formación El Galápago, explicaba ayer: "La colilla de un cigarro tarda 50 años en biodegradarse, imagínate lo que puede tardar una bolsa de plástico

Para Alegre, la solución está en cada uno: "Lo que hay que hacer cuando se va al campo es llevarse una bolsa de basura y tirar todo en ella, hasta las colillas de los cigarros bien apagadas. Luego hay que tirar las bolsas en los contenedores o, si no hay, llevárselas a casa para tirarlas en la ciudad".

"Con tan poca gente como hemos venido aquí hoy, y si no aumenta la participación, vamos a tener que estar viniendo todos los domingos durante un año para que esto quede bien", se quejaba el concejal popular de Obras y Servicios del Ayuntamiento, Lorenzo García, por la poca participación ciudadana en las labores de limpieza. El concejal tenía prevista la llegada de unos 200 jóvenes en la Operación Orillas Limpias. Para cubrirse las espaldas, el Ayuntamiento adquirió 300 pares de guantes y unas 500 bolsas de basura, que costaron unas 40.000 pesetas. Sin embargo, estas cantidades fueron excesivas ante la escasa participación.

La Operación Orillas Limpias, que comenzó ayer, continuará cada fin de semana hasta que el río quede limpio. Galapagar y Torrelodones son dos pueblos que carecen de depuradora de aguas. Vierten sus aguas residuales directamente al río, lo cual es muy contaminante. "La propuesta para la depuradora ya está en las oficinas de la Comunidad", comentó el concejal de Obras.

A orillas del Guadarrama hay carteles en los que se lee: "Prohibido arrojar basura bajo multa de 500 pesetas". Sin embargo, rara vez se multa. "La rigidez en las sanciones podría ser una solución; sin embargo, la mejor es la concienciación de la gente por el cuidado de la naturaleza", explicó Francisco, de 23 años.

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