Un organigrama más ligero para la Diplomacia
El organigrama oficioso de lo que sería el Ministerio de Exteriores dirigido por un político popular reduce la Secretaría de Estado de Cooperación y para Iberoamérica a una mera subsecretaría. En cambio, convierte la Secretaría de Estado para la Unión Europea en una especie de viceministerio cuyo titular sería el auténtico número dos de la diplomacia española.Esta figura no existe actualmente. Es un mero subsecretario el que reemplaza al ministro en el plano político, durante sus ausencias o cuando no puede acudir a una reunión o a un viaje, porque los dos secretarios de Estado se circunscriben estrictamente a sus áreas.
Este organigrama popular es, sin embargo, insostenible si Comercio se incorpora a Exteriores porque un solo secretario de Estado no puede abarcarlo todo.
La fórmula que se impondría consistiría, probablemente en mantener la Secretaría de Estado para la Unión Europea y crear una segunda que incluiría Comercio y Cooperación. Estaría entonces por ver quién sería el sustituto del ministro cuando estuviera ausente por unos motivos u otros.