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Las pérdidas de Olivetti y los procesos judiciales ponen en dificultades a Carlo De Benedetti

El grupo Olivetti perdió el año pasado cerca de un billón y medio de liras (unos 120.000 millones de pesetas), un 20% más de lo esperado. Carlo De Benedetti, accionista de control y presidente del grupo, sostiene que ello se debe a la aceleración, de la restructuración y asegura que 1996 será el año de la vuelta al equilibrio. Sabe que se juega mucho, porque, tras la reciente ampliación de capital, el 70% de Olivetti es de fondos de inversión norteamericanos. Además, los liquidadores del Banco Ambrosiano han pedido el secuestro del patrimonio de De Benedetti.

La cotización de Olivetti en Bolsa perdió ayer un 10% y en lo que va de año un 26%. Carlo de Benedetti ha negado que quisiera vender el periódico La Reppublica, aunque admitió que estudiaba liquidar alguna de las inversiones que tiene en España a través de Cerus, el grupo Cofir. Las pérdidas anunciadas el martes cumplen el quinto ejercicio consecutivo que se cierra con números rojos parezcan preocupantes.. De Benedetti destacó, no obstante, que 1995 arroja un beneficio operativo próximo a los 130.000 millones de liras, frente a los 16.700 millones perdidos el año precedente, y con una facturación de 9,83 billones de liras, que supera en un 14,3% a la de 1994.Si se incluyen cargas financieras y otras, como el pago de intereses por cerca de 350.000 millones, el resultado de la gestión da una pérdida de unos 500.000 millones de liras. Pero a ésta hay que añadir los costes del plan de restructuración, valorados en más de un billón de liras, para llegar a la pérdida global indicada, de un billón y medio de liras, frente a los 679.000 de 1994.Olivetti despidió en 1955 a 5.000 trabajadores, 100 de ellos directivos. Simultáneamente, Omnitel, la empresa de telefonía móvil llamada a convertirse en la actividad esencial del grupo, contrató a 2.000 trabajadores. La restructuración Olivetti incluye la separación, ya realizada, de la división de ordenadores personales, que, si no vuelve al equilibrio en 1996, será cedida o liquidada.

Sobre estos planes de De Benedetti pesa la demanda de secuestro de sus bienes cursada por los liquidadores del Ambrosiano. Ya consiguieron que se secuestraran bienes por valor de 1.000 millones, pero piden que se secuestre la sociedad en la que De Benedetti tiene el más de 100 millones de acciones de Olivetti. Fue condenadó en primera instancia a seis años y medio de cárcel y al pago de unos 100.000 millones de liras, por haberse lucrado con la participación que tuvo en el banco durante pocos meses anteriores a la quiebra. Un tribunal civil falló que De Benedetti no había sacado fondos del banco ni contribuido a la quiebra, pero el tribunal supremo anuló posteriormente este veredicto.

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