El Barça hunde a Estudiantes

Estudiantes se dejó hundir un poco más por el Barcelona, Y prolongó su agonía hasta la Liga. Apartado de la Kórac antes de tiempo, sacado a bofetadas de la fase final de la Copa del Rey, el grupo colegial se dejó golpear de nuevo en la competición regular. Y a la vista de un público ejemplar que empieza a cansarse. La derrota del club estudiantil le deja a las puertas de una solución drástica. José Vicente Hernández reclama un pivot foráneo del garantías. Así que si el técnico sobrevive a la crisis sé lo acabarán dando: Jennings, aquel base americano que maravilló a principio de temporada, tiene un pie fuera del equipo. Se avecina tormenta en Estudiantes La cita, en cambio, puso una sonrisa en la cara del Barcelona. No completó un gran partido el cuadro de Aíto. Al contrario, dibujó una sesión más bien discreta, horrorosa en el tiro (23 canastas en 62 lanzamientos de campo, un 37% de acierto). Pero se cosió a Karnishovas, que apareció otra vez para desequilibrar en los momentos, decisivos, y ganó. Y así, álcanzó al Madrid en la tabla. Su propósito.

Estudiantes abrió la contienda con una obsesión: frenar al lituano mágico del Barcelona. Por eso apartó por sorpresa del cinco inicial a Thompson, a la postre su maximo encestador, y lució al joven Carlos Jiménez pata tirarse al cuello dé Kárnishovas. La fórmula tuvo una vigencia de diez minutos. Después, Pelu Hernández buscó otra puerta: sentó a Jimenez, y sacó a Thompson. Por entonces, Karnishovas había anotado siete puntos, y el Barcelona ganaba. por- seis (1420).

La variante acercó a, los colegiales a un punto del rival, que, sin embargo, encoñtró enseguida la medicina que le curara en el marcador, los triples, Galilea, Karnishovas y Ferran alejaron ligeramente de nuevo a su equipo desde más allá de la línea, de 6,25. .Estudiantes, que al final jugó cuatro o cinco partidos diferentes en uno, tenía que inventarse otra solución. Fue el momento de Azofra. El base resucitó a Es tudiantes. Lo llegó a poner a un punto del Barça (37- 38), aunque la franja se estiró un poco en el descanso (37-41).

La segunda parte nació de color amarillo. Estudiantes, bajo la dirección de Jennings, dio un pasajero revolcón al marcador. Reunió ocho minutos espléndidos, con una defensa agresiva y solidaria que ató al Barcelona y un ataque decidido y eléctrico. Llegó a gozar de una ventaja de nueve puntos (59-50), que parecían enterrar para . siempre la rueda de errores e imprecisiones con la que había, adornado la primera parte, Entonces, una técnica al banquillo local invirtió para siempre la contienda. Estudiantes se hundió incomprensiblemente por la decisión, recuperó sus peor imagen, volvió a aliarse con la anarquía, los fallos, la debilidad de cabeza, y levantó al Barcelona.

El conjunto de Aíto sólo tuvo que dejarse llevar. Sobre todo, de Karnishovas. El lituano es un jugador fabuloso, capaz de, ganar un partido por sí solo. Sus números finales no dejan espacio a la duda: 34 puntos, siete rebotes, una asistencia, un tapón y nueve faltas personales recibidas. Cuando se fue, inaugurando la inacabable rueda, de personales con las que se despidió el partido, el misterio estaba resuelto. El Barça ganaba por diez (66-76) y al encuentro le quedaban tres minutos y 11 segundos.