Asuntos terrenales
El general de División Slawoj Glodz, obispo-capellán de las Fuerzas Armadas, eminente ciudadano polaco investido de nada menos que doble poder fáctico, pidió a sus uniformadas huestes (EL PAÍS, 20 de noviembre) que "orasen para que la divina providencia pusiera el destino de su patria en manos de un hombre creyente". Tal arenga vino a unirse -en claro ejemplo del pluralismo de la institución- a la de Josef Glemp, cardenal primado polaco: "Se trata de elegir entre un sistema de ateísmo y otro que reconoce a Dios".Mucho deben haber pesado ante el altar de la divina providencia los de méritos del piadoso candidato Lech Walesa para que el también candidato Kwasniewski, "no creyente", "ateo" y ex, ministro comunista, el malo de aquella película, haya ganado las elecciones a la presidencia pese a los raudales de agua bendita vertidos en su contra. ¿No será que los polacos, votando democráticamente, han demostrado haber aprendido qué se esconde realmente tras divinas palabras de humo, que, en todo caso, nunca deben ser aplicadas con impertinente injerencia a asuntos tan gloriosamente terrenales como los que conforman la convivencia de una comunidad de mujeres y hombres?.- José María Álvarez Cruz.
