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GENTE

VUELTA AL HOGAR

El alivio recorrió los pasillos del poder británico después de que se resolviera la última crisis que ha sacudido el número 10 de Downing Street. Humphrey había aparecido. El gato blanco y negro, tipo europeo, de siete años, que desde hace tiempo habita en la residencia del primer ministro John Major, había desaparecido el pasado junio y después de tres meses de inquietud silenciosa, un portavoz del Gobierno había admitido la situación con un "se teme lo peor". Ayer, ante una nube de fotógrafos que querían cubrir el acontecimiento, el portavoz dijo: "Está tan gordo como siempre y, obviamente, lo han tratado bien". La catástrofe había sido resuelta cuando se descubrió que Humphrey había sido cuidado por los miembros del Royal Army Medical College, situado a sólo media milla de su hogar. No es éste el único percance sufrido por los animales del famoso número 10. Aparte de algunos problemillas de uno de los petirrojos que viven en el jardín, el líder centrista Paddy Ashdown reveló recientemente que, con motivo de las celebraciones de la victoria aliada sobre Japón, en agosto, Major le había confiado, en presencia del laborista Tony Blair, que su pez rojo había tenido que ser sacado de su pecera y tratado con crema de alto índice de protección solar.-

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