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Economía estima que en julio el (IPC) subirá en torno al 0,4% y se mantendrá la tasa de inflación

Jesús Mota

El Ministerio de Economía prevé que el índice de precios al consumo (IPC) correspondiente al mes de julio aumentará en tomo al 0,4%, una cifra igual a la registrada en julio de 1994. Esta previsión equivale a considerar que en julio se mantendrá la tasa anual de inflación en el 5,1%. Este estancamiento de los precios es coherente con las previsiones realizadas por el departamento, que avanzó que la tasa anual se mantendría en tomo al 5% durante los meses de mayo, junio y julio, a la espera de que en agosto se produzca un descenso notable respecto al mismo mes de 1994, fecha en la que se registró un impacto de al menos dos décimas en el IPC por la subida de las tarifas telefónicas.

La tesis de que en el mes de agosto se iniciará un descenso de la tasa de inflación debido al descuento de los efectos de la subida de tarifas el año pasado viene avalada hasta ahora porque la primera parte de las previsiones se ha cumplido: en los meses de mayo y junio la tasa de inflación está varada en el 5,1 %. Sobre esta cifra deben proyectarse ahora efectos deflacionistas.En primer lugar, los analistas oficiales consideran que el primer factor inflacionista en los últimos meses, los precios industriales, tienden a bajar, como ya se apreció en el indicador del pasado mes de mayo, debido a la presión a la baja de los precios de las materias primas en los mercados internacionales. Este descenso debe trasladarse al índice de precios al consumo (IPC) a partir de julio o agosto, según las fuentes consultadas. El dato de julio se dará a conocer el próximo día 11 de agosto.

Bajan los precios

También deben flexionar a la baja los precios de los servicios, como está sucediendo a lo largo de los últimos meses. Los precios de los alimentos, por su parte, siguen es misma dirección, están presionando a la baja en las últimas cifras del IPC. No obstante, el Ministerio de Economía y Hacienda también evalúa que julio suele ser un mes inflacionista, en el que se acostumbran a producir tensiones principalmente en los precios de los alimentos, debido a la proyección del turismo sobre la oferta de bienes y servicios. Este efecto puede incrementarse este año como consecuencia de la sequía, que puede provocar notables encarecimientos de productos hortofrutícolas.La escasa recuperación de la demanda interna, que no acaba de desperezarse, también ayudará a la moderación de precios. En opinión del Ministerio Economía, la debilidad del consumo puede explicarse primero por el crecimiento controlado de los salarios -a su vez, una de las causas directas del recorte de costes que influye en la inflación- y por la precariedad de los nuevos empleos. A pesar de que la destrucción de puestos de trabajo ha terminado y aumenta el número de ocupados, el porcentaje elevado de empleo temporal aumenta la incertidumbre y retrae el consumo.

Si las evaluaciones de Economía se concretan y en agosto se inicia una reducción de la tasa anual de inflación, aunque sea moderada, se podrán cumplir las expectativas reales que sostiene el departamento: que la tasa de inflación termine por debajo del 5% en 1995 -en torno al 4,7%- y que "en la primavera de 1996", por el efecto de descontar la inflación que en 1995 añadieron las subidas de impuestos, se pueda conseguir recortar el IPC por debajo del 4%.

Pero no hay precisión todavía sobre si esta reducción llegará a tiempo de cumplir el objetivo marcado por el Banco de España de conseguir esa reducción para el mes de marzo de 1996. Este dato es fundamental para definir la futura política monetaria desde el banco emisor.

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