Indignación popular en Sevilla y Vigo por descender sus clubes a Segunda B
Revolución en el mundo del fútbol. La falta de un aval de 85 millones de pesetas y de otro de 45 millones han supuesto para el Sevilla y el Celta el descenso a Segunda B. La inscripción de ambos para participar en Primera División, categoría a la que pertenecen deportivamente, no ha sido aceptada por la Liga de Fútbol Profesional (LFP). Los dos equipos, solventes económicamente, deberán jugar la próxima temporada en Segunda B, debido a que no presentaron dentro del plazo, que concluyó el lunes, el aval del 5% sobre el presupuesto (le la próxima temporada. Éste es uno de los requisitos que exige a los clubes el Real Decreto de Sociedades Anónimas Deportivas.Esta norma, creada como un arma ejecutiva para ordenar económicamente el fútbol, entraba en vigor por primera vez esta temporada. No hay, por tanto, antecedentes en el mundo del fútbol español.
Los puestos del Sevilla y el Celta los ocuparán en Primera el Albacete y el Valladolid, dos equipos descendidos. El Getafe y el Leganés ascenderán a Segunda. El Sevilla podrá, sin embargo, participar en la Copa de la UEFA.Más de 2.000 aficionados sevillistas se concentraron ayer indignados, en las inmediaciones del campo del Sevilla. En Vigo, los aficionados también mostraron su estupor y su incredulidad. Ningún. directivo ofreció una explicación plausible a su error.
La decisión, sin embargo, parece firme. La ley no ofrece resquicios para recurrir dentro de la vía de la justicia o disciplina deportiva. A los clubes les queda, sin embargo, el recurso a la justicia ordinaria, lo que no impediría que comenzaran la temporada jugando en Segunda B.
