Sobornos de moda

El mundo de la moda en Italia ha chocado con los jueces de Manos Limpias y puede acabar en el banquillo. Giorgio Armani, Gian Franco Ferré, Santos Versace, Maria Mandelli (Krizia) y Gerolamo Etro son cinco de las 25 personas para las que la fiscalía de Milán solicitó ayer el procesamiento por su implicación en el pago de comisiones ilegales. Los modistos, por pagar sobornos; la veintena de restantes presuntos implicados -oficiales de la Guardia de Finanzas y funcionarios de Hacienda-, por aceptarlas. La decisión sobre el procesamiento de los modistos y los policías fiscales está ahora en manos de un juez de inspección.Los cinco diseñadores ya declararon en otoño del año pasado ante el más célebre de los magistrados de Manos Limpias, Antonio di Pietro, ahora apartado de la vida judicial por decisión propia. Casi unánimemente reconocieron la mordida, pero la justificaron argumentando que, si no hubieran pagado, los agentes del fisco les habrían paralizado el negocio. Después confesaron a Di Pietro su satisfacción por haber regresado al mundo de la honradez y su total disposición a colaborar en la lucha contra la corrupción.

En aquella fecha, Giorgio Armani declaró: "Soy un hombre honesto, pero Italia se ha convertido en un país en el que es imposible ser honesto". Su abogado, Oreste Dominioni, añadió que Armani, como otros hombres de negocios, se vio empujado al soborno en unos años en los que la sociedad italiana era profundamente corrupta.

Ayer, Armani aseguró que la noticia no le parecía, "ninguna sorpresa", sino sólo "una formalidad que cuadra dentro de una investigación que los medios de comunicación han seguido exhaustivamente".

Giuseppe della Schiava, presidente de la Cámara Nacional de la Moda, subrayó, tras conocer la petición de procesamiento, que "el escándalo no es una peculiaridad del mundo italiano de la moda, sino un problema de ámbito nacional". Della Schiava respaldó así a los cotizados diseñadores, que argumentan que se sintieron presionados hasta la extorsión por los inspectores que les enviaba Hacienda. El cheque pagado por Armani para ganarse a la policía fiscal en las inspecciones de 1989 y 1990 fue de 100 millones de liras (unos 7,5 millones de pesetas). A la diseñadora Krizia le salió por el triple. Según su abogado, Mario Scamoni, su defendida pagó, más de 300 millones de liras para apaciguar a los agentes del fisco.La investigación sobre los sobornos a la policía fiscal es ya un filón para los magistrados de Manos Limpias, con la acusación sobre el magnate de la comunicación y ex primer ministro Silvio Berlusconi como principal exponente.