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Mal de amores

Maradona se recluye en un hotel a causa de una crisis matrimonial

Juan Jesús Aznárez

La voluntaria reclusión de Diego Armando Maradona en un hotel de Buenos Aires, buscando mitigar en el aislamiento una seria crisis emocional, concluyó a las cinco de la madrugada de ayer, momento en que el actual entrenador del Racing abandonó por un lateral el establecimiento y regresó a su domicilio. Una grave desavenencia matrimonial sería la causa de la clausura de Maradona durante tres días, desaparición que dio pie a distintas interpretaciones, algunas peregrinas.La permamente guardia periodística ante el Aspen-Suites descubrió la salida de Maradona a bordo de una camioneta, seguida por un turismo. El presidente del club, Juan Destéfano, había manifestado en las vísperas que no había lugar para la alarma, pues Diego asistirá al partido de mañana, en Córdoba, entre el Racing y Talleres. El equipo sólo ha ganado un partido con Maradona, circunstancia que aumentó su angustia e irascibilidad. "Diego no, está internado, ni secuestrado, ni nada por el estilo. Sólo tiene algunos problemas personales que son pura y exclusivamente de él", explicó. La depresión del legendario deportista parece ser fuerte porque durante su estancia en la suite del piso nueve, acompañado por su cuñado, Gabriel Expósito, y un sobrino, se negó a recibir a próximos como su apoderado, Marcos Franchi, y su abogado, Daniel Bolotnikoff. "Está muy mal emocionalmente", dijo un íntimo. La persecución periodística, con golpes y patadas entre informadores y gorilas del hotel, alcanzó también a su esposa, Claudia Villafañe, quien el miércoles había desmentido la inminencia de una separación matrimonial. Una radio porteña aseguré que, después de dialogar por teléfono con Claudia, decidió volver a casa «más recuperado".

Diego Armando Maradona, sobre cuya suerte se preocupó el presidente del Gobierno, Carlos Menem, pese a las diferencias registradas entre ambos tiempos atrás, cumple la suspensión ordenada por la FIFA por el doping del Mundial. La sanción impuesta termina el próximo 15 de septiembre. Su trabajo como preparador del Racing ha resultado turbulento.

El 20 de febrero pidió la incorporación de dos nuevos jugadores, pero la directiva no pudo contratarlos por problemas financieros. "Me parece que aquí existe un compló", denunció el entrenador. El 12 de marzo le tiró agua a un juez de línea y fue expulsado. Su última aparición fue el domingo, tras la derrota ante el San Lorenzo. Se retiró visiblemente disgustado.

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