La Conferencia Episcopal niega que el texto sea "una vuelta al pasado"

EL PAÍS El secretario general de la Conferencia Episcopal, José Sánchez, negó ayer, al presentar en España la Evangehum vitae, que la encíclica sea una "vuelta al pasado", y exclamó: "¡Buena falta le hacen a nuestra sociedad todos estos elementos que están afirmados en esta encíclica, que es muy positiva en la valoración de la vida!". El presidente de la Conferencia, Elías Yanes, declaró ayer: "Un católico no puede votar a un partido que incluya en su programa la ley del aborto".

José Sánchez achacó ayer la recepción crítica suscitada en España por la Evangelium Vitae a que la versión difundida era "mutilada" y "parcial". El secretario de la Conferencia Episcopal lamentó que "algún diario [en referencia a Abc] haya difundido el texto mutilado" un día antes de la presentación en Roma y lo calificó de "falta de respeto al Santo Padre" y de "comportamiento descortés" hacia los demás medios. Sánchez, que dijo de la encíclica que era "muy positiva, clara, valiente, esperanzadora y optimista" y que "apuesta por una cultura de la vida", señaló: "Ojalá haya una vuelta al pasado, si incluye una vuelta a la familia, a la preocupación por la vida nacida y no nacida y por el anciano, aunque estorbe".

Por su parte, el presidente de la Conferencia, Elías Yanes, declaró a la Cadena Cope, que "un católico no puede votar a un partido que incluya en su programa la ley del aborto o la ampliación de la ley del aborto", informa Servimedia.

También Sánchez, en la presentación del documento, indicó que "no se debe votar ni apoyar una ley o a un partido que incluya el aborto", aunque matizó que, en el caso de un parlamentario que tenga que votar una ley más amplia o más restrictiva, "se puede aplicar el principio del mal menor".

En alusión a las declaraciones de la ministra de Asuntos Sociales, Cristina Alberdi a este diario, de que "El Estado español, por fortuna, no es confesional", Sánchez dijo: "Quien se alegra de que España no sea un Estado confesional, olvida que no hay países católicos, sino católicos en los países. Esta encíclica va dirigida a personas, no a Gobiernos". El doctor Justo Aznar, del Hospital La Fe de Valencia y del Comité Episcopal en Defensa de la Vida, que formaba parte de la mesa en la presentación en Madrid, dijo que la mayoría de los médicos españoles están contra el aborto.

Las Juventudes Socialistas de España manifestaron ayer su repulsa" por la encíclica: "El integrismo religioso se viene mostrando muy peligroso y, en este caso, atenta contra principios básicos como puedan ser los derechos con los que democráticamente nos dotamos ( ... )".

Izquierda Unida también criticó el texto del Papa por contener "cierto desprecio de los procedimientos democráticos".

"La encíclica no resuelve ningún problema de la humanidad, los endurece", dijo ayer el catedrático de Teología de Tubinga, Hans Küng, en una declaración a EL PAÍS y otros medios, informa José Comas. "No habla el buen pastor, sino un dictador espiritual, que quiere suprimir la libertad de conciencia e incluso negar el derecho a legislar a Parlamentos democráticos".

En Francia, el obispo Jacques Gaillot, destituido por el Papa el pasado enero por sus declaraciones liberales, criticó la nueva encíclica por no mencionar el sida. "Uno debería recordar que el sida mata a muchas personas y que los condones son el único medio efectivo de protección", dijo.