Superar al líder con "relativa facilidad"
José Antonio Camacho recibió todo tipo de elogios de parte de su colega y ex compañero Jorge Valdano. Pero su ayudante José Carcelén, segundo de Benito Floro en el Madrid el año pasado, no. De hecho, por ahí vino la polémica de la cita. Carcelén aseguró conocer la fórmula táctica con la que superar con "relativa facilidad" al Madrid y Valdano le respondió con acidez.El segundo entrenador del Espanyol dibujó un partido difícil en el Bernabéu, pero con posibilidades para los suyos: "El sistema del Madrid se puede contrarrestar con relativa facilidad. Sólo se trata se saber aprovechar sus errores, pero una cosa es la teoría y otra es el momento de ponerla en práctica".
Carcelén explicó su antídoto táctico: "Cuando el Madrid tenga la pelota estaremos obligados a realizar numerosas coberturas para evitar los uno contra uno tanto de Luis Enrique como de Amavisca. Luego, se trata de aprovechar los espacios que el rival deja en la banda, porque el lateral del lado contrario de donde viene la jugada bascula demasiado y, además, casi siempre en primera línea de presión tiene cinco hombres, que son Luis Enrique, los dos puntas, Laudrup y Amavisca. Una vez que sobrepasas esa línea, te encuentras con tan sólo cinco hombres que son los cuatro defensas y Redondo".
Y concluyó con otro apunte: "Cuando Laudrup o Martín Vázquez cojan la pelota hay que replegarse lo suficiente para evitar que nos gane la espalda".
Valdano no se tomó muy en serio la amenaza estratega de su rival. "Conozco otro entrenador que dijo eso y no le fue muy bien. Conocer al adversario no es una ventaja. Su secreto, en realidad, es colocar dos líneas defensivas como hizo el Albacete. Todos conocemos al adversario y sabemos cómo contrarrestarlo, pero, luego, el partido se resuelve con golpes de inspiración de los jugadores".
El preparador madridista ni siquiera cree que Camacho haga mucho caso a su ayudante: "Camacho es un ganador no un empatador. No se resigna a papeles secundarios. Va siempre al frente. Tiene un orgullo proporcional a su gran carácter y no está hecho para la espera del golpe de suerte. Un equipo que sólo defiende te entrega la mitad del partido. Y aquí han venido a defenderse prácticamente todos. Unos se comieron dos, otros tres. Y llegó uno que empató a cero [el Albacete de Floro] y se dijo: ¡oh, que práctico!. Yo estoy más tranquilo si el rival sólo se viene a defender".
